12 NOVIEMBRE 2018 /
Desde hace ya bastante tiempo, no son pocas las quejas de los ciudadanos de Castro Urdiales con respecto a los constantes cambios de médico de cabecera, llegando algunos pacientes a tener hasta tres distintos dentro del mismo año, lo que provoca cierta inseguridad en el usuario del Centro de Salud, que tiene que volver a iniciar su relación con el doctor de cero.
En las últimas semanas, la situación se ha agravado, con hasta 11 cambios de médico en los centros de salud de Castro. Hemos querido conocer el motivo por el que estos profesionales cambian tanto de lugar de trabajo y por qué es tan complicado que se estabilicen en nuestro municipio. Para ello hemos hablado en Castro Punto Radio con Oscar Pascual, miembro del Sindicato Médico en Cantabria.
Ha señalado que éste no es un caso exclusivo de Castro, aunque sí hay circunstancias que hacen que en nuestro municipio sea más preocupante. “En general, el médico de toda la vida, que empieza y se jubila en la misma plaza, se acabó porque, en la actualidad, un médico sabe que se va a pasar muchos años de eventual, de un centro de salud a otro, hasta que se estabiliza en una plaza con más de 40 años”.
En el caso de Castro, además, “es un municipio ubicado en la periferia de Cantabria. La mayoría de profesionales de la medicina son del arco de la bahía y, como es lógico, su objetivo es acercarse lo máximo posible al lugar en el que viven”. Por otro lado, “en Castro afecta el verano y los médicos sufren doblemente. A la ya habitual escasez de profesionales, se suman las vacaciones y los días libres, por lo que nos tenemos que cubrir unos a otros, partiendo ya de agendas saturadas”. Se añade también “que hay mucha población flotante y los servicios públicos están predeterminados a la población empadronada”.
En cuanto a los cupos, Pascual ha señalado que “no son elevados, manejando los médicos de La Barrera 1.350 pacientes cada uno y los de Cotolino unos 1.500 cuando el máximo marcado ronda los 1.800-1.900. “Son relativamente normales” pero en Castro se dan las circunstancias anteriormente mencionadas.
Y es que, “todos pretendemos trabajar en condiciones lo mejor posible y hay zonas donde se trabaja con unos tiempos por paciente muchos mejores que en Castro”. En el ultima año ha sucedido, además, “algo anecdótico. Se han producido unos trasladados para los fijos y también comisiones de servicio temporales. Todo en el mismo año y en los meses de septiembre y octubre. Es de esperar que en el próximo año, al menos, ya no haya movimientos”.
En Cantaría hay facultad de Medicina y muchos de los médicos que salen de ella se van trabajar a otras comunidades autónomas porque “tienen mejor calidad en los contratos”. Por eso, Pascual cree que la escasez de médicos de familia se podría solucionar “mejorando los refuerzo y las sustituciones y promoviendo contratos que les estabilicen en la provincia”.
Para aquellos municipios menos atractivos para los profesionales por su ubicación o condiciones de trabajo, “estaría bien que hubiera algún tipo de incentivo económico que propiciara que, de alguna manera, los médicos se estabilizaran en esas zonas”.
Pascual ha lamentado que, “en los próximos años, esta situación se va a agravar porque se va a jubilar en cascada toda la generación que inició los centros de salud y no hay siquiera personal con el que sustituirlos”.
La Consejería conoce “de sobra” toda esta problemática, pero “nosotros por encima tenemos políticos que tienen objetivo a 31 de diciembre y lo que suceda dentro de cuatro o cinco años no les preocupa en absoluto y ése es un problema”.
Según Pascual, “los pacientes no perciben la mala calidad asistencial que estamos dando en los últimos tiempos, pero nos dedicamos a resolver las demandas puntuales que nos requiere el paciente y está desapareciendo la medicina preventiva por falta de tiempo”.