Hoy martes ha concluido la medida que adoptó en su día el Gobierno de España, fijando el IVA en el 0% en alimentos básicos como pan, huevos, verduras, frutas o aceite de oliva. Productos a los que se pasa ahora a aplicar el 2% de este impuesto.
Al respecto de esta cuestión hemos hablado en Castro Punto Radio con el abogado de la Unión de Consumidores de Cantabria, Enrique Solís, que ha señalado que “ni ahora se va a caer el techo encima, ni cuando se aplicó la medida era jauja”. Y es que, “esa reducción del IVA era un buen anuncio de prensa político, pero los consumidores comprobaron que la cesta de la compra no bajaba tanto y ahora tampoco se va a notar en una gran medida”.
Cuando se puso en marcha esa medida, “se daban dos circunstancias: por un lado no era total, sino para un listado de productos muy determinados en los que, a veces no se incluía carne ni pescado. Por otro lado, la clave es que, si no baja la base imponible, que es sobre la que se aplica el tipo impositivo, es imposible que el consumidor note algo. Mientas vaya subiendo esa base imponible, el cliente final no lo va a notar”.
Ha explicado que “estamos en un mercado de libre competencia donde, salvo cuatro o cinco productos, el resto no están bajo una regulación. Por tanto, lo único que puede y debe hacer la Administración es incrementar los servicios de vigilancia para que en las cadenas de distribución, que están entre el productor y el consumidor final, no se produzcan abusos excesivos. Deberían estar más controladas porque son las que suben el precio”.
Para finalizar, ha señalado que “se presupone que la medida de reducir el IVA se tomó a raíz de la guerra de Ucrania cuando hubo una gran subida de precios porque la mayor parte de los cereales que proveían de allí dejaron de llegar y porque hubo cierto desabastecimiento de combustibles, que es la base de todo”.