La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a tres años de prisión y al pago de una multa de 50.000 euros a un hombre, G.V.A. de 35 años de edad, que mantenía una plantación de marihuana con casi 320 ejemplares en el interior de su domicilio, en Sonabia, y guardaba en él plantas que se podrían transformar en más de dos kilos de cannabis, así como otros cinco kilos de la misma sustancia y 128 comprimidos de MDMA, drogas destinadas a su distribución entre terceros.
En registro efectuado por la Guardia Civil el 11 de abril de 2019 también se localizaron, no descartándose que fueran utilizados para su distribución, 13 comprimidos y un frasco con líquido, ambos como supuestos potenciadores sexuales, procedente todo ello del mercado ilícito y sin los preceptivos controles sanitarios.
Por último, el registro dio con el hallazgo de una pistola eléctrica, un juego de grilletes, una defensa extensible y un puño americano.
El tribunal le considera autor de un delito contra la salud pública y de otro de defraudación de fluido eléctrico, ya que había realizado “una toma de suministro ilegal en el cuadro correspondiente a su domicilio habitual para el cultivo y secado de plantas de marihuana”.
Así consta en la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria, que le condena además a una multa de 720 euros por el delito de defraudación de fluido eléctrico, así como al pago de una indemnización a la compañía comercializadora de electricidad de 10.227 euros.
Al comienzo del juicio, el acusado reconoció los hechos y manifestó su conformidad con la petición del ministerio fiscal, que rebajó la pena que inicialmente solicitaba, que era de cinco años y medio de prisión.
Se dictó sentencia verbal en la vista, de modo que la misma ya es firme y no cabe la interposición de recurso alguno.