Alberto Solana, responsable de la empresa Transisola, con sede en Islares, ha señalado en Castro Punto Radio que “trabajamos directamente para empresas con materiales y bienes de equipo y creo que va a llegar un momento en el que vamos a tener que parar. Con esta pandemia solo quedará el transporte de alimentación, medicamentos y productos esenciales”.
Esta empresa se dedica al traslado de elementos de gran volumen, con tres camiones y cinco trabajadores. Solana aseguraba que de momento siguen trabajando, aunque “con muchas anomalías y dificultades, porque los conductores no tienen dónde dormir o dónde asearse. Hay viajes de dos o tres días, pero también los hay de una semana”.
El Gobierno de Cantabria había solicitado a las estaciones de servicio que permitan a los transportistas hacer uso de sus zonas de aseo. Solana percibe “una mejoría desde hace unos días, aunque muchas de esas instalaciones no disponen de duchas”.
Respecto al tránsito de camiones, le consta la cantidad de controles establecidos en las carreteras para los vehículos particulares y que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado “están teniendo una actuación exquisita. Con los transportistas no hay problema, pueden circular”.
Como era de esperar, el volumen de trabajo ha descendido bastante. Muchos viajes han sido suspendidos, “desplazamientos que llevan mucho tiempo para organizarlos y hay empresas que te llaman dos días antes para anularlos”.
Alberto Solana ha expresado su preocupación por las empresas que se verán abocadas al cierre y la morosidad que se puede producir. “Esto puede ser una hecatombe”, afirmaba.
