El concejal de obras, Alejandro Fernández, ha visitado los estudios de Castro Punto Radio para trasladar en detalle en qué consistirán las obras de instalación de rampas mecánicas de acceso a Santa Catalina que acaba de licitar el Ayuntamiento.
Como ha detallado, serán tres tramos de rampas, con un descansillo entre ellas de unos dos metros y medio o tres, para salvar el desnivel y la curva que tiene la calle. En concreto, “una vez salimos del ascensor y cruzamos la pasarela hasta la carretera, la primera rampa comenzarán en la zona de aparcamientos que hay junto a la acera de enfrente, que es muy estrecha y no permite mantenerla si colocamos allí este mecanismo”.
Una vez la acera se anche, “las siguientes rampas irán sobre ella, manteniendo un tramo de la misma para que los peatones puedan usar para bajar, ya que la rampa será sólo de subida”.
Se llegará hasta la parte alta de esa curva “donde ya estamos en una zona llama para usar los pasos de peatones para cruzar hacia el colegio”.
En algunos puntos, la rampa “irá un poco enterrada para salvar la pendiente y respetar al mismo tiempo los máximos de inclinación de las propias rampas que marca la normativa”.
El concejal ha destacado que “desde el primer momento teníamos claro que se debía optar por rampa y no escaleras con el fin de facilitar el acceso a sillas de ruedas, de bebé o similares”. Ha hecho hincapié en la “importante iluminación que habrá en la zona para darle seguridad, al tiempo que será un punto vídeo vigilado”.
También ha dicho que las rampas “pararán cuando no haya nadie usándolas y tendrán un sensor que las activará si accede alguna persona”.
La obra se acaba de licitar con una inversión que asciende a 1.194.480 euros. Para ellas se ha obtenido una subvención de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria de 482.638 euros.
El plazo de ejecución es de seis meses. Fernández confía en que las obras “puedan comenzar a principios de año y estén listas para el verano y, sobre todo, para el inicio del próximo curso escolar”.