El Kayak Club Castro Urdiales tuvo una brillante actuación en los Campeonatos de España de Media Maratón celebrados en Talavera de la Reina el pasado fin de semana. Entre más de 600 deportistas había ocho palistas castreños. Destaca el triunfo incontestable de Ana González Balmaseda con lo que se logra un nuevo título de Campeona de España.
El sábado por la mañana fue el momento de los veteranos. Tuvimos tres castreños en la salida del circuito establecido en el río Tajo entre la Universidad y hasta cerca del puente Viejo o Romano tras pasar por el Puente de Hierro Reina Sofía con 13 kilómetros y dos porteos. El fuerte viento que hizo muy dura la prueba. Javier Loroño sexto en la categoría de 45-49 y Alejandro Martín octavo en la de 50-54 realizaron ambos una gran regata.
El broche lo puso Ana González que, formidable, abrió tanta distancia con sus competidoras hasta el punto de doblarlas a todas, dejándolas fuera de control. Por este motivo la segunda y tercera en meta, la madrileña el Alberche Adela de la Oliva y la del Salamanca Canoe Kayak Fabiola White, no solo no tuvieron puntos si no que, al entrar fuera de control, se dio la paradójica situación de que no pudieron acompañar Ana González en el podium.
Los resultados conjuntos de Javier Loroño, Alejandro Martín y Ana González auparon al Kayak Club hasta el quinto lugar de los 54 participantes de 14 autonomías.
La tarde el sábado estaba reservada para las categorías cadete y juvenil. El riesgo de tormenta eléctrica obligó a tomar la acertada decisión de retrasar estas pruebas, recortando también el recorrido que quedó en 8 y 10 kilómetros respectivamente. Los tres castreños consiguieron unas buenas posiciones, cumpliendo con lo esperado, dado que para todos era su primera cita en una competición de Liga Nacional. Entre los cadetes hubo dos representantes del Kayak, Andrei Ciorbac que fue el 22° y Beatriz Huebra 10°; en juvenil David Ciorbac 24°.
La segunda jornada, en la mañana del domingo, estaba reservada para la categoría senior. En k2 hombre David Dogen y Guillermo Llamas dejaron a la expedición castreña un gran sabor de boca puesto que su el octavo puesto era a priori un difícil objetivo. Los 16 kilómetros y tres porteos evidenciaron las posibilidades futuras de este dúo.