11 ENERO 2019 /
Los vecinos de Montesolmar llevan unos 18 años esperando que el Ayuntamiento ponga solución a la situación urbanística que atraviesa la zona y que afecta a 100 viviendas, aunque con casuísticas diferentes. Las más perjudicadas son las 28 que, a día de hoy, no cuentan ni con escrituras pero es, todo él, un entorno no recepcionado por el Consistorio y que, por tanto, no cuenta con los servicios básicos. Entre otras cosas, la calle no tiene iluminación pública, lo que genera un problema de inseguridad.
Las idas y venidas al Ayuntamiento y al departamento de Urbanismo por parte de estos vecinos son constantes desde hace mucho tiempo sin que, de momento, nadie les haya dado una respuesta clara sobre cuál es la solución definitiva.
Así lo ha señalado, en declaraciones a Castro Punto Radio, una de las afectadas, María Luz Gil Bilbao, que ha lamentado que “todo son complicaciones”.
El tiempo sigue pasando y, “no sólo no estamos mejor, sino que quizá estemos peor”. Y es que, el proyecto de urbanización sobre el que se estaba trabajando y que podía propiciar una solución definitiva en cuando a la concesión de licencias y recepción de la zona por parte del Ayuntamiento, presenta inconvenientes. “Parece que hay un problema topográfico desde el principio que ahora, al mandar el proyecto a unos arquitectos distintos, se ha descubierto”. En este punto, “no sabemos si hay que iniciar todo de nuevo o si se puede mediar, de acuerdo a algún compromiso que pueda tener el Consistorio con la Comisión Regional de Urbanismo (CROTU), mandando una corrección de errores”.
La última vez que los vecinos estuvieron en el Ayuntamiento fue el pasado lunes y “la secretaria nos comentó que había habido una reunión y que, en la misma, se estipuló que había que hacer de nuevo el estudio de detalle”.
Gil Bilbao ha reconocido que “estamos totalmente perdidos y no sabemos ni qué podemos hacer ya porque las explicaciones a todos los problemas son distintas depende de quién nos las dé”.
A todo esto se suma el hecho de que “se supone que alguna vivienda está situada en una zona que debería ser verde. Eso hay que corregirlo. Si no se admite por la CROTU la corrección de errores, hay que volver a hacer el estudio de detalle y el proyecto de urbanización, con todas las esperas que esto supone”.
Además, “también hay un problema con Carreteras porque se supone que va a haber una salida nueva a la A-8 en Castro y coge parte de las cesiones de la unidad en la que se asienta Montesolmar (UA-2). Parece que eso se puede hacer con una modificación, pero no lo podemos asegurar”.
Gil Bilbao es una de las 28 propietarias que no tiene escritura. En su caso, ha defendido que su vivienda “está totalmente legal y no estoy en las cesiones ni en zona verde”. Entonces se pregunta “por qué no tengo escrituras”, algo que “nadie me responde”. Considera que “hemos tenido mala suerte porque hay otros con escrituras” y se cuestiona si es “porque había un señor que firmaba y que un día dijo que no firmaba más”.
De esos 28 vecinos “hay algunos que incluso pagan impuestos y han intentado revertir la situación sin conseguirlo. Dentro de los 28 hay distintas circunstancias, incluso legales, dependiendo del momento en el que se ha tratado de dar un paso y la contestación que le ha dado la persona a la que ha recurrido”.
UNA CALLE COMPLETAMENTE “A OSCURAS”
Los vecinos viven en una completa oscuridad cada vez que cae la noche, “lo que nos genera inseguridad. Tenemos que abrir la puerta del garaje con la linterna del móvil. Hay algunos que están poniendo luces en las fachadas y las puertas de entrada, que se encienden cuando entra gente. Cuando no hay nadie que se acerque a la vivienda, está todo completamente a oscuras”.
A los propietarios les preocupa que un día pueda haber un accidente que lamentar en la carretera. “Es de doble sentido y hay coches aparcados en un lado, lo que estrecha el carril. No hay suficiente espacio para hacer la curva de subida y bajada y, por la noche, si un vecino va de negro, no se le ve”.
Gil Bilbao ha reiterado que “hay un problema muy grande que se ha trasladado al Ayuntamiento pero, aparentemente, no existimos”.
Puestos en contacto desde esta emisora con el equipo de Gobierno para conocer la situación urbanística actual de la zona, aún no hemos recibido ninguna respuesta.
Imágenes de la urbanización ayer por la noche, junto a la de María Luz Gil Bilbao.
Ya que para el Ayuntamiento la urbanización es “propiedad privada”, lo que se tendría que hacer en consecuencia es vallar/delimitar el terreno o propiedad correspondiente a la urbanización para evitar que puedan producirse accidentes dentro de la misma de personas que son propietarios. Algunos terrenos propiedad de la urbanización son la mitad de la subida de la calle Santa Catalina (desde el túnel hasta el final de la calle) y la subida a la depuradora (c/Aureliano Linares Rivas, frente al colegio). Estas calles deberían se tener un solo carril, ya que se trata de propiedad privada a la que se le esta dando uso publico.