Podemos Castro se congratula, en nota de prensa, “que nuestro trabajo no caiga en saco roto”. Aluden a la moción presentada en Pleno a principios de este año “haciéndonos eco de las quejas de una Asociación Vecinal sobre el estado del barrio de Cotolino”, que “aunque fue rechazada por el resto de grupos municipales, vimos que algunas nuestras propuestas se han materializado o están en camino de terminarse. Como, por ejemplo, el pintado con barniz antideslizante en las aceras, la cubierta del parque de Las Marismas, y ahora, la reparación del hundimiento de aceras y arquetas en la calle Julio Romero Garmendia”.
“Hay demasiadas calles que están en deplorable estado”, insiste Podemos. “Estos arreglos, y todos los que nos quedan por asumir y pagar entre toda la ciudadanía castreña, son consecuencia directa del urbanismo desaforado entre los años 1990 y 2010. Es el resultado de políticos corruptos que permitieron que constructores y promotores sin escrúpulos cometieran tales desmanes, que se lucraron mientras destruían sistemáticamente nuestra historia y nuestro patrimonio. Con la connivencia de todos los partidos, sin excepción, que gobernaron el ayuntamiento aquellos años aciagos. Promotores, constructores y la lacra política que gobernó por turnos, que ni siquiera tuvieron la decencia política de obligar a urbanizar bien las calles, como era su obligación”.
Enumera la formación morada los muchos problemas existentes: “se hunden las aceras, se separan los edificios y se parten o sobresalen las arquetas. Fachadas cubiertas de humedad y filtraciones, debido, entre otras cosas, a los materiales de pésima calidad utilizados y la falta de una buena estructura edificatoria con problemas de aislamiento. Ni tan siquiera se han librado las viviendas de protección oficial, de las que era responsable Gesvican, que dan una imagen de podredumbre y dejadez debido a las grietas que atraviesan el edificio y el moho que adorna su fachada y de la que nadie se ha hecho cargo y ahora toca asumir y pagar su reparación al vecindario”.
También alude Podemos a un “Plan General Urbano que no se planificó de acuerdo con las necesidades y el futuro que se quería para Castro, sino para que acogiera sucesivas modificaciones que siempre beneficiaban a determinadas familias, a promotores y a constructores. Proliferaron alcaldes que destruyeron nuestra costa, derribaron edificios emblemáticos -estación del tren, teatro de la Villa, la Matra-, edificios que eran joyas arquitectónicas, destruyeron zonas verdes y bosques autóctonos que ahora o no existen o son eucaliptales, y un sin fin de aberraciones más, que hicieron ricos a unos pocos”.
En junio de 2017, Podemos Cantabria interpeló al Gobierno Autonómico “sobre la previsión que tenía de requerir al Ayuntamiento de Castro para que se revise el Plan General de Ordenación Urbana y se adaptara a la Ley del Suelo de Cantabria, con la incorporación del PSIR de Vallegón y la ampliación del mismo, la entrada en vigor el Plan de Ordenación del Litoral, el déficit de equipamientos y dotaciones públicas, situando al municipio muy por debajo de los estándares de calidad, los problemas de movilidad y comunicación entre el centro urbano y las juntas vecinales, en las que todavía hay barrios sin saneamiento o la necesidad de incorporar criterios de sostenibilidad ambiental en todo el territorio del municipio”.
Concluye Podemos esperando “que se aprenda la lección y por fin primen los intereses de la ciudadanía sobre los de empresarios, constructores y políticos amigos, y se empiece de una vez, primero y con urgencia, a terminar de redactar, consensuar y aprobar el Plan Estratégico y seguir con el Reglamento de Participación, para después comenzar a elaborar un nuevo PGOU en condiciones, en el que participe toda la ciudadanía, para diseñar a partir de ahora el Castro que realmente queremos todas y todos”.
Imágenes aportadas por la formación podemita en las que se denuncia la situación de algunas de las calles castreñas: