17 NOVIEMBRE 2015 /
El grupo municipal CastroVerde va a presentar al pleno del Ayuntamiento del próximo martes 24 de noviembre, una moción para declarar a Castro Urdiales “municipio libre de circos con animales”.
En su propuesta de resolución se apunta lo siguiente:
1º Manifestar el compromiso del Ayuntamiento de Castro Urdiales con los principios éticos, sociales y medioambientales y con el respeto a los animales, adoptando las medidas a su alcance para evitar su sufrimiento y maltrato.
2º Declarar que este Ayuntamiento es contrario a la exhibición y uso de animales en circos u otras actividades que se encuentren de manera permanente o temporal en nuestro municipio, cuando las mismas supongan para los animales un daño, sufrimiento, degradación, parodias, burlas o tratamientos antinaturales, o bien cuando la participación de animales salvajes o peligrosos supongan un riesgo para la seguridad ciudadana.
3º Adaptar las ordenanzas y otras disposiciones municipales para lograr los objetivos antes descritos.
En la explicación de motivos, la formación ecologista indica que el Tratado Europeo de Amsterdam de 1997, reconoció a los animales como seres capaces de sentir y sufrir. Además, la Organización Mundial de la Sanidad Animal adoptó en el año 2004 las llamadas “Cinco libertades” que reconocen que los animales tienen unos derechos inherentes, a través de la provisión de estas necesidades:
1.-Un ambiente apropiado. La mayor parte de su vida son alojados en remolques, pequeñas jaulas, no tienen ningún tipo de enriquecimiento ambiental que estimule sus comportamientos naturales.
2.- Una dieta adecuada y parecida a la que tendrían en estado salvaje.
3.- Oportunidades para expresar comportamientos naturales.
4.- Protección del miedo y los estados angustiosos. Hay animales de especies que no debieran estar constantemente a la vista de visitantes.
5.- Protección del dolor, daños o enfermedades. Los métodos de adiestramiento suelen implicar violencia, tanto física como verbal, para someterlos.
CastroVerde recuerda que la Ley 3/1992, de 18 de Marzo, de protección de los Animales de Cantabria, en su artículo 48 trata como infracción muy grave “la celebración de espectáculos u otras actividades en los que animales resulten dañados o sean objeto de tratamientos indignos o de manipulaciones prohibidas que puedan ocasionar sufrimiento, ser objeto de burla o en que se les imponga la realización de comportamientos impropios de su especie”.
Finaliza la formación castreña preguntándose “¿cómo podemos inculcar el respeto hacia la naturaleza, cuando mostramos a los niños animales salvajes alejados de su medio y permanentemente confinados en pequeños recintos? ¿Cómo pretendemos educarles acerca de los animales si no se les permite comportarse normalmente, y se les fuerza a unas posturas antinaturales? ¿Cómo podemos hablar de protección, cuando estos espectáculos muestran como normal tratar a los animales como objetos, sin que tengan opción alguna a la libertad?”.