5 AGOSTO 2015 /
El hostelero castreño, Tomás Sánchez Lombraña, es vicepresidente y miembro de la Comisión Permanente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, que recientemente ha renovado su estructura. Durante años fue delegado de este colectivo en Castro, una figura que desapareció en el municipio hace años pero que, bajo su punto de vista, debería retomarse.
Ahora bien, “tiene que ser una persona que se preste a ello y te lleva mucho tiempo e incluso dinero porque tienes que desplazarte con tus propios medios. He intentado buscar a gente pero es complicado porque no sólo es querer sino que hay que poder”.
Además de esto, Sánchez Lombraña echa de menos en Castro más unión en el sector, “como la hay en otros municipios turísticos de la región”. Aquí, “no se acaba de conseguir esa unión y cada uno va a lo suyo”. Cree que ayudaría el llevar a cabo una serie de ideas, pensando que “es para todos aunque hoy repercuta en ti más directamente y otro día en otro establecimiento, en función de la franja horaria que cubras y del tipo de servicio que ofrezcas”.
Según ha señalado, el verano está “bastante más flojo en cuanto a consumo que el del año pasado, aunque haya incluso más gente”. Uno de los principales problemas del sector hostelero para este castreño es que “hay falta de plazas hoteleras y estamos muy limitados con respecto a otros municipios cercanos. El que va a un hotel es el que más consumo hace. La mayoría de los turistas vienen a pasar el día y, por tanto, su consumo en inferior”.
Para terminar, Sánchez Lombraña se ha referido a la nueva petición que los hosteleros de la calle Ardigales han hecho para que se regule el tráfico en la zona. Insiste en que es importante y espera que con la limitación a carga y descarga que se ha hecho del tramo de Juan de la Cosa que acaba en Ardigales mejore la situación.