La AMPA del Instituto Ataúlfo Argenta ha organizado una charla sobre el acoso escolar para mañana miércoles, a las 17:00 horas en el salón de actos del centro educativo. Está destinada a padres, madres, tutores legales y profesorado.
El ponente será Iñaki Zubizarreta, con el que hemos hablado hoy en Castro Punto Radio. Es exjugador de baloncesto profesional y conoce en primera persona este problema porque lo sufrió en su niñez. En la actualidad es fisioterapeuta y, en su tiempo libre, se dedica a trasmitir su experiencia a niños, adolescentes y familias.
Como ha explicado, “entre otras cosas, hablaremos de cómo identificar situaciones de acoso y que, en caso de percibirse, los padres tomen conciencia de lo que tienen entre manos y las responsabilidades que hay”.
Se trata de “trasmitir historias como la que me tocó sufrir a mí y que, por desgracia, siguen siendo actualidad. Hay familias rotas y destrozadas, críos que están sufriendo cada día, adultos que quedan marcados y, en el peor de los casos, chavales que toman la decisión de quitarse del medio”.
Preguntado cómo se puede percibir que un niño está sufriendo acoso, ha dicho que “normalmente hay que fijarse en los cambios de comportamiento, rendimiento escolar, actitud, que creen excusas o finjan enfermedades a la hora de acudir al colegio, si tienen marcas corporales y, fundamental, controlar las redes sociales”.
Y es que, con estas nuevas tecnologías, “se ha incrementado todo, porque son una herramienta para poder machacar sin ningún pudor, desde la sombra y la cobardía de la intimidad que te dan las redes sociales”.
Una de las preguntas más recurrentes entre los padres en este tipo de charlas “suele ser qué pasa cuando mis hijos reciben acoso”. Sin embargo, “nadie suele preguntar qué pasa cuando es mi hijo el que está acosando. Ese es uno de los temas que abordaremos también mañana”.
Precisamente sobre la reacción de los padres cuando descubren que su hijo está acosando a otro chaval, Zubizarreta ha dicho que “la primera sensación suele ser de decepción y la de pensar qué es lo que están haciendo mal para que sus hijos puedan actuar así”. A partir de ahí, “los hay que se dan cuenta y toman medidas y, por desgracia, como en todo, hay otros a los que les da igual, argumentan que son cosas de chavales y le quitan importancia”.
Iñaki Zubizarreta ha añadido que, en el caso de los niños acosadores, “muchas veces son el reflejo de lo que tenemos en casa y suelen mostrar los problemas que hay en su entorno. Hay, por poner un ejemplo, padres separados con guerras abiertas entre ellos, un sentimiento de culpabilidad del chaval de que la familia se ha roto por su culpa, etcétera. No saben gestionar bien todo eso y lo pagan con el primero que tienen delante, normalmente en los colegios”.
Para Zubizarreta, en toda la problemática del acoso escolar, los centros educativos juegan un papel importante. En este sentido, “falta mucho para tener todas las herramientas. Lo más importante es contar con un método de prevención y, después, está la preparación de los docentes porque nos encontramos con casos de padres que han acudido a nosotros para denunciar una situación y, desde el colegio, sólo se ponían las pilas cuando veían que íbamos a intervenir. Era entonces cuando se daban cuenta de que había bastantes más casos de los que creían”.
Sobre los chavales que lo ven y no lo denuncian, ha dicho que “son también acosadores pasivos y tienen la mismas responsabilidad porque, con su no intervención, están permitiendo que ocurra. Una de las cosas que suelo dejar claro cuando hablo con los críos es la diferencia entre denunciar y chivar. Denunciar es un acto de valientes. Se comunica una acción que tiene una repercusión negativa contra alguien que lo está pasando mal”.
Para terminar, ha recomendado a los padres de niños que sufren acosos “que lo comuniquen al centro educativo, esperar a ver cómo actúa y, en función de eso, hay asociaciones, como ‘Nace’ a la que pertenezco, que pueden asesorar para ir un poco más allá”.