Un grupo de voluntarios de Castro está confeccionando batas con bolsas de plástico de gran tamaño para repartirlas en los centros de salud, en la Residencia Municipal y en el Centro Asistencial La Loma.
Un grupo que nació del seno de la Asociación de Mujeres Atalaya, con miembros de la junta directiva y monitoras, pero que ha ido creciendo hasta sumar unos 36 voluntarios, hombres y mujeres.
Como ha explicado en Castro Punto Radio la presidenta de Mujeres Atalaya, Dolores Resúa, “hacia el 23 de marzo se pusieron en contacto conmigo desde el Centro de Salud La Barrera para ver si podíamos colaborar con ellos en la confección de mascarillas o batas”.
Se inclinaron por hacer batas de plástico. Para ello, “me puse en contacto con las monitoras de la asociación y una de ellas habló con el concejal de Medio Ambiente para pedirle bolsas. Hemos estado trabajando con el material que nos ha aportado el Ayuntamiento y ahora hemos realizado desde la asociación un pedido de 5.000 bolsas más con las que podremos confeccionar unas 3.500 batas completas”.
Para hacer estas prendas, los voluntarios están siguiendo un tutorial que les han mandado desde el Centro de Salud La Barrera.
ELABORACIÓN DE MÁSCARILLAS
Por otro lado, la delegación castreña de la Asociación Cantabria por el Sáhara puso en marcha hace unos días un grupo de asociadas que comenzaron a confeccionar manteles de plástico y decidieron movilizarse para elaborar mascarillas de algodón. Se informaron de cómo hacerlas y, en tan solo 4 días, ya está disponible un millar de unidades.
Así nos lo contaba Charo Garitacelaya, miembro de esta ONG, que ponía en valor el trabajo de las 38 personas que están coordinando esta labor.
“Las mascarillas no son las homologadas pero sirven para prevenir el contagio entre la gente”, decía a Castro Punto Radio. Los lunes y los jueves son los días de reparto del material para confeccionar las mascarillas y de recogida cuando ya están terminadas. “Se encarga una única persona siempre acompañada por la DYA. Las repartimos por los comercios en los que hay gente trabajando cara al público e incluso a personas por la calle”.
Charo comentaba que “nos está llamando más gente para participar pero lo ideal sería que se formaran otros grupos que hagan lo mismo”, sobre todo para no colapsar el trabajo.