La pasada semana se celebraba en Madrid, en la Secretaría General de Pesca, una reunión a la que asistieron representantes de las cuatro comunidades autónomas (Cantabria, País Vasco, Asturias y Galicia) que participan en la costera del verdel en el Cantábrico noroeste.
En el encuentro se acordó constituir un grupo de trabajo que analizará, a lo largo de varias reuniones en 2019, las características de esta pesquería en cuanto a la dependencia de las diferentes flotas de esta especie, su historicidad y su repercusión socioeconómica a nivel local.
La Secretaría General de Pesca manifestaba su voluntad de conocer la situación actual contando con todos los datos y argumentos, y en ningún caso mostraba un interés inicial en modificar las claves de reparto de la cuota entre las distintas regiones, aunque serán las conclusiones del grupo de trabajo las que determinen si finalmente se modifica o no la gestión del caladero.
Los participantes en la reunión dejaron patentes las diferencias de opiniones existentes en las provincias y sectores representados, en cuanto a la modificación o no de las claves de reparto actuales, establecidas en el año 2013 y vigentes desde 2015 a través de la orden de gestión del caladero.
En el encuentro estuvo el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Miguel Fernández, que días antes de esta reunión, remitía a la Secretaría General de Pesca una dura carta en la que ya dejaba claro que no iba a permitir que a Cantabria se le quitara parte de una cuota “que nos hemos ganado históricamente” para dársela a otras comunidades autónomas “que han empezado a participar en la costera del verdel hace pocos años”.
Tras lo sucedido la semana pasada en Madrid, Fernández ha insistido en Castro Punto Radio en que “mi percepción sigue siendo que la Secretaría General de Pesca quieren abrir el melón y realizar un nuevo reparto de las cuotas entre las cuatro regiones, pero sólo en artes menores, no tocando arrastre ni cerco”. Por su parte “lucharé para que no sea así porque lo que tiene España de cuota por parte de Bruselas está hecho por los cántabros y los vascos, los únicos que nos hemos dedicado siempre a la caballa, cuando no valía nada y otros preferían ir a la merluza, especie de la que nosotros tenemos muy poca cuota y no nos quejamos de nada”.
Lo que sucede ahora es que “el verdel tiene un precio envidioso” e interesa más a otros barcos. En cualquier caso, “nosotros no tenemos la culpa de que Bruselas marque, sobre todo, criterios históricos. Tenemos lo que nos hemos ganado con los años”.
La creación de esa mesa de trabajo para analizar la situación es para Fernández “hacer el paripé y una trampa para ir a buscar ese cambio de porcentajes en el reparto en artes menores, que es donde los asturianos están forzando la situación. Creo que lo tienen todo muy maquinado y yo no voy a estar dispuesto a hacer la comparsa”.
Si se da ese cambio de reparto, “a Cantabria la van a tener en frente, porque son nuestras alubias y no estamos dispuestos a salir perjudicados por otras flotas que se quieren dedicar ahora a esta costera”. Ha recordado cómo “en 2013 había 300 barcos dedicándose al verdel y ahora hay 700, entre los que hay que repartir una cuota que se ha reducido un 50%. Ahora empiezan los problemas”.
El argumento que se da desde Madrid para no desechar un posible cambio en ese reparto de cuotas “es que antes había 300 barcos y ahora hay 700, con lo que la situación socio-económica es diferente”. Fernández no comparte esta postura porque “lo que pasa ahora es que se han sumado más barcos asturianos y gallegos, porque nosotros seguimos siendo los mismos que íbamos antes”.
Por tanto, “no es mi problema. Si tienen que cerrar la pesquería y no permitir que se apunten más barcos, que lo hagan. Que cojan unos derechos históricos y cierren lo demás. Porque mi barco es de artes menores y no puede ir a pescar merluza porque no tengo ningún derecho histórico y me tengo que acoplar a otra cosa”.
Lo que defendió Cantabria en la reunión de Madrid fue que, “si se va a abrir ese melón y a repartir la tarta, habrá que hacerlo en todos los segmentos (arrastre, cerco y otras artes diferentes) y no sólo en artes menores”, como lo son los barcos del puerto de Castro. “Por ejemplo, en 2013, cuando se repartió la cuota, el segmento de arrastre tenía 115 barcos, hoy son 70. Si repartimos, repartimos el pastel entero”.
En todo este conflicto, los vascos pueden ser un gran aliado para Cantabria, teniendo en cuenta que es la otra comunidad autónoma que más cuota tiene, por esos mismos criterios históricos.