Kike Ortiz es propietario de tres establecimientos hosteleros de Castro. Como tantos autónomos y pequeños empresarios, está viviendo esta crisis con una enorme preocupación e incertidumbre respecto al futuro.
“Nuestro sector es uno de los más perjudicados, sobre todo a nivel de negocios pequeños. La cosa está complicadísima y va para largo”, afirmaba. Ortiz asegura que “todos estamos preocupados y asustados” y, respecto a las posibles alternativas para afrontar los próximos meses, insistía en que están buscando soluciones para poder adaptarse a la nueva situación porque “nada va a ser igual, se van a adoptar medidas drásticas y ya veremos por dónde salimos”.
Esas soluciones dependerán, en todo caso, de cómo se gestione el regreso a la normalidad. Habrá que ver también cómo reacciona la gente, el miedo a gastar dinero y en qué condiciones podrán acceder a los establecimientos hosteleros. Pero mientras tanto, “los autónomos no tenemos ingresos para seguir pagando suministros y alquileres, que hay que pagarlos. O nos echan un cable ahora, o nuestras persianas se vendrán abajo”.
Precisamente respecto a los alquileres de sus locales, Kike Ortiz manifestaba que no habrá más remedio que hablar con los propietarios “para que se bajen esas rentas porque la vuelta va a ser muy dura”.
El hostelero castreño ha tenido un recuerdo para las víctimas de esta pandemia y sus familias, y ha reclamado a los políticos “que dejen de tirarse los trastos a la cabeza y se preocupen por la gente”.