El Ayuntamiento de Castro informaba el viernes que, tras conversaciones con el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, se había conseguido paralizar la demolición de la presa del arroyo Callejamala en Otañes.
Fue la alcaldesa, Susana Herrán la que habló con él en primera persona y, como ha señalado en Castro Punto Radio, “lo primero que le trasladé fue el malestar del Ayuntamiento, la Junta Vecinal y los vecinos por la falta de información previa y que se nos explicaran las actuaciones que se iban a llevar a cabo”. Y es que, si no es porque el alcalde de Otañes, como él mismo contó, recibió la semana pasada una llamada de una persona de la empresa encargada de la demolición, no se hubiera tenido información al respecto. “Ha fallado la comunicación entre administraciones”, como así le dijo la alcaldesa al comisario de Agua.
En esa conversación, “me comentó que se iban a ejecutar diversas actuaciones en distintas presas de Cantabria para proceder a quitarlas con el fin de que el curso de los ríos recupere su estado natural. Trasladó que hay que dar cumplimiento a la Ley de Aguas, pero reconoció que son numerosos emplazamientos en la región y que no conoce cada uno de ellos”.
Por eso, “le dije que ésta no es una presa al uso, sino una construcción con piedra natural , que no sólo tiene valor paisajístico, sino también sentimental. Que lleva allí mas de 100 años y que los vecinos de todo Castro disfrutan de ese entorno”.
La alcaldesa se comprometía a remitirle fotografías, le invitó a visitar el lugar y le solicitó la paralización del derribo. “Su compromiso fue el de hacerlo y retomar la comunicación para buscar una alternativa”. Alternativa que, según Herrán, “no es otra que la de dejarla tal y como está y eso es lo que vamos a defender en todo momento”.
La alcaldesa y el comisario de Aguas se han emplazado a volver a hablar a mediados de septiembre.
