La práctica totalidad del municipio de Castro amanecía esta mañana cubierto por un manto de polvo marrón anaranjado. Carreteras, cunetas, aceras, calles, mobiliario urbano, terrazas, viviendas o vehículos se han teñido por esta calima del Sáhara arrastrada por la borrasca ‘Celia’ y el viento de componente sur.
Tal y como ha contado en Castro Punto Radio el responsable de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Cantabria, José Luis Arteche, se trata de “una intrusión de polvo subsahariano, su origen se encuentra al sur del desierto, en el Sahel, en la zona de Benin y centro de África. Ha ascendido hacia el norte debido a la borrasca Celia que se encontraba en el Sahara Occidental. De ahí ha accedió a la península y la ha cubierto completamente, tal y como habíamos previsto”.
Se trata de un fenónemo completamente inusual en el norte de España: “no es frecuente, pero a veces llega hasta nuestra latitud. En esta ocasión ha alcanzado incluso zonas más al norte, ya que ha aparecido esta calima en Belgica u Holanda, aunque en menor cantidad que aquí. Además, donde ha llovido, lo ha hacho con barro. La calima produce importante falta de visibilidad, ya que las partículas permanecen en el aire”.
Este fenómeno atmosférico irá en aumento en esta próxima madrugada, “pero será hasta mañana, ya que cambia el viento para ser de componente norte, y con ello desaparecerá la calima”.
Además de la falta de visibilidad y la suciedad, este polvo en suspensión puede originar problemas en personas con afecciones respiratorias: “hay que tener cuidado, ya que entra en el sistema respiratorio e incluso en el torrente sanguíneo. Deben extremar la precaución y llevar la mascarilla”.
Pero no todo lo que trae la calima es negativo: “con esta tierra se fertilizan campos e incluso la mar”, concluía Arteche.