La Confederación Hidrográfica del Cantábrico acaba de anunciar que va a limpiar matorrales y cortar, a petición de la Junta Vecinal de Otañes, arbolado en las riberas de los ríos Callejamala y Rucalzada, “para evitar posibles inundaciones en épocas de mayor caudal”.
Según Podemos Castro Urdiales, “tanto la Junta Vecinal de Otañes como la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, olvidan casualmente que la principal amenaza que se cierne sobre ambos ríos son los vertidos de aguas fecales”.
Indica la formación morada en nota de prensa que “a principios de marzo, con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina, la entonces vicepresidenta del Gobierno de Cantabria y consejera de Universidades, Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, se dio un garbeo” (dicen textualmente) “por Castro para anunciar que este año 2019 su Consejería acometería cuatro obras, que ya eran urgentes hace 20 años, relacionadas con el saneamiento y abastecimiento de agua, valoradas en 487.000 euros”. Esas obras eran:
- Red de drenaje del Paseo de Ocharan Mazas.
- Saneamiento de aguas pluviales en Lusa.
- Mejora del sistema de drenaje en el polideportivo Peru Zaballa.
- Proyecto de acometidas de saneamiento en Otañes.
La entonces vicepresidenta “prometía inversiones para esas cuatro inversiones por importe de 487.000 euros, cuando sólo el proyecto para la recogida de aguas fecales en Otañes se cuantificaba, en noviembre de 2014, en 1.054.530 euros”.
“De aquellas promesas de hace 5 meses”, dice Podemos, “nada se sabe una vez superado el engorroso trámite de unas elecciones donde se promete lo que se sabe fehacientemente que no se va a cumplir. Para prometer lo mismo cuatro años después”.
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico cortará arbolado y limpiará matorrales, “pero mira para otro lado cuando ve 47 vertidos de aguas fecales, los que Podemos Castro Urdiales ha documentado ya en dos ocasiones. Va a prevenir un resfriado y a ignorar el cáncer que desde hace décadas supone la nefasta calidad del agua que consumimos los castreños. No sólo la Confederación se hará la distraída. También lo hacen desde hace décadas la Junta Vecinal de Otañes y los veinte concejales de este Ayuntamiento a los que nunca les ha preocupado la ínfima calidad del agua que se suministra a los hogares castreños”.
“Es hora de pensar en una potabilizadora nueva que sustituya a la antiquísima y muy obsoleta situada en Pando”, concluye la formación morada.
Imágenes de los casi 50 vertidos denunciados por Podemos: