Y es que la caballa es fundamental para la subsistencia de los pescadores de bajura de la región, sobre todo tras el parón que ha padecido la actividad a raíz de los temporales de las últimas semanas en el Cantábrico, según declaró a la Agencia Efe el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, José Luis Bustillo.
Bustillo precisó que se ha cursado una solicitud para que “las embarcaciones de cerco de la región puedan salir a faenar cuanto antes. La idea es que los cerqueros puedan zarpar a partir del 23 de febrero”, ya que como desde el año pasado los cupos en Cantabria se repartieron por embarcaciones, “los pescadores prefieren que se abra ya la costera por si aparece algo”.
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, explicó ayer en el Senado que la demora en la apertura de pesca de verdel del Cantábrico “se debe a su escasa presencia en el caladero y al rechazo mayoritario de las flotas afectadas”. La ministra recordó que, en cualquier caso, la costera del verdel nunca se inició antes del 15 de febrero para artes menores ni para cerco.
Respecto a la modalidad de cerco, Tejerina es partidaria de una apertura de la costera escalonada y por modalidades, para evitar que coincidan tres tipos de flota al mismo tiempo, “lo que eleva los desembarques, incrementa la oferta y, en consecuencia, deterioraría los ingresos por la actividad”.
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