El convoy de la DYA se encuentra en Alemania de regreso a Castro, a donde esperan llegar a lo largo del día de mañana. Tras dejar en la frontera entre Polonia y Ucrania numeroso material humanitario, hacen el camino de regreso con 14 refugiados (tres niños de 5, 8 y 16 años, un hombre español y 10 mujeres). Como ha explicado en Castro Punto Radio Juan Carlos Carreira, integrante de DYA Cantabria, “tenemos que dejar a 11 de esas personas en Bilbao y tres en Castro”.
Ha trasladado que “están bastante tranquilos en general y contentos por salir del horror de Ucrania. Hay un niño de cinco años al que estamos atendiendo por otitis y que viene muy asustado porque la zona de la que ha salido estaba siendo bombardeada”.
Tras conducir 25 horas sin apenas parar, una asociación cerca de Stuttgart “no ha alojado para que descansemos y comamos algo”. Retomarán después el viaje “con un poco de retraso porque durante el camino nos hemos encontrado un accidente con un infartado y hemos actuado, al ser técnicos especialistas sanitarios. Hemos salvado la vida a un hombre que estaba convulsionando y regulado el tráfico hasta que han llegado los servicios de emergencias”.
Para terminar, ha contado que el campamento de refugiados al que llegaron “estaba vacío en ese momento. Preguntamos por qué y nos dijeron que sus usuarios ya se habían ido y que, de momento, no habían llegado más porque el corredor que da acceso al mismo estaba siendo bombardeado. Las personas que tratan de salir de Ucrania buscan otras vías y lo que sucede es que hay campamentos que se masifican, lo que provoca que muchos acaben en las estaciones de tren, donde la situación sí que es un cuadro”.