Finalizada la temporada de salvamento y vigilancia en playas, la DYA ha realizado su memoria de actuaciones, que arroja una cifra total de 1.880 intervenciones repartidas por los diferentes arenales, siendo las más numerosas (1.609) las relacionadas con asistencias sanitarias originadas por patologías leves como cortes o picaduras.
En concreto, picaduras de salvario hubo 523, heridas inciso-contusa 473, picaduras de insecto 121, erosión/abrasión 106, fractura / luxación /contusión 102, picadura de medusa / anémona 96, cuerpos extraños enclavados 38, reacción alérgica 37, problemas oculares 28, problemas cardíacos 14, cuadro sincopal / pérdida de consciencia 6, quemadura solar 6 y otros 59.
De entre ellas, y en lo que se refiere a las atenciones prestadas por las ambulancias destinadas al servicio en playas, se contabilizan un total de 45 intervenciones, de las cuales 32 generaron traslados a centros sanitarios.
En cuanto a los rescates de personas, se contabiliza un número de 20 intervenciones, auxiliando o rescatando a un total de 48 personas.
Destaca también la DYA en su informe que las embarcaciones de rescate han realizado diversas
intervenciones en materia de prevención, tales como navegación preventiva por toda la costa del municipio de manera diaria, así como colaboración en diversos actos deportivos llevados a cabo en el entorno de las zonas de baño (regatas de traineras y piraguas, campeonatos de buceo, triatlón, cucañas, actos festivos, etc…).
Además, los recursos destinados en las diferentes playas han llevado a cabo otro tipos de intervenciones relacionadas con la localización de menores extraviados, el apercibimiento sobre conductas incívicas a usuarios, el traslado de avisos de diferente índole a otros organismos o el remolque de embarcaciones de recreo que hubieran sufrido algún percance, entre otros, sumando un total de 203 actuaciones.
Al margen de todo esto, los recursos de salvamento de DYA adscritos al servicio de playas han colaborado en diferentes intervenciones en la franja costera del municipio a requerimiento del 112 para su intervención en rescates de personas en peligro. Se han realizado 3 intervenciones en la playa de Sonabia del vecino municipio de Liendo, con el rescate de ocho personas.
Por playas, vuelve a ser la de Brazomar la que aglutina el mayor número de intervenciones con 422. Le siguen por este orden, Oriñón (360), Arenillas (323), Solarium (232), Dícido (162) y Ostende (110).
En el mes de agosto fue cuando se realizaron el mayor número de intervenciones, con 673. En junio fueron 162, en julio 605 y en septiembre 169.
En cuanto a la procedencia de las personas que requirieron la intervención del servicio de salvamento y socorrismo en playas, la mayoría (805) eran vecinos de Vizcaya, seguidos de los de Cantabria (465). Hubo asistencias también a ciudadanos de Madrid, Álava, La Rioja, Burgos, Guipúzcoa, Zaragoza, Valladolid, Barcelona, Navarra, Palencia, Toledo, Asturias, Salamanca, Málaga, Segovia o A Coruña, entre otros.
Requirieron asistencia también un total de 33 ciudadanos extranjeros de países como Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Holanda, Irlanda, Bélgica, Colombia, Croacia, Italia, México, Perú, Polonia, Suiza o Ucrania.
Recuerda la DYA en su informe cómo en la campaña de 2017 el número total de intervenciones fue de 1.434.
Con todo, el responsable de DYA Cantabria, Rafael Gómez, ha habado en Castro Punto Radio de una “balance positivo porque volvemos a cerrar una temporada sin tener que lamentar un ahogamiento en las playas”. Algo que “es reconfortante porque creemos que refleja la labor de prevención que se realiza, la responsabilidad mostrada por parte de los usuarios de los arenales y que las cosas se están haciendo bien”.
Ha habido un aumento de asistencias con respecto a 2017 pero, “el año pasado hubo un descenso importante y no es una referencia. Si nos fijamos en 2016 o 2015, los datos van en la misma línea”.
Además, “tampoco hemos tenido incidencia de gravedad y podemos hablar de un trabajo incesante, pero sin tener que destacar casos graves”.
Ha habido algunos “casos puntuales y aislados” en los que se han detectado problemas con algún usuario en cuanto a acatar las normas de seguridad relacionadas con las banderas. En cualquier caso, “con el tema de las banderas empieza a haber bastante concienciación y, en general, los usuarios se han comportado de manera cívica”.
Donde “sí vemos cada vez más casos de gente que no tiene un comportamiento cívico con el resto de usuarios es en lo referente, principalmente, a grupos de jóvenes de entre 16 y 20 años que juegan con el balón en la playa de manera muy fuerte. Han provocado, incluso, algún accidente en el que, por ejemplo, hubo que trasladar a una persona al hospital por un balonazo en Brazomar. Se les llama la atención y hacen caso omiso, lo que obliga a llamar a la Policía”. Ha recordado que no está permitido jugar al balón en los arenales, aunque “no es lo mismo un niño que juega despacio con una pelota hinchable, a este tipo de juegos fuertes”.
Hay casos también, como ha relatado Gómez, “de personas que insisten en entrar con perros a la playa, que tampoco está permitido. Es obligación del socorrista indicarles que se vayan, pero no puede hacer nada más”.