10 OCTUBRE 2016 /
El pasado mes de abril la DGT comenzó a poner en marcha una serie de medidas en la A-8 (límite de velocidad a 80 kilómetros por hora, radares, avisadores de velocidad, señales…), a la altura de Castro Urdiales, con el fin de tratar de reducir el número de accidentes registrados y que se había disparado en los últimos tiempos. El responsable de la Dirección General de Tráfico en Cantabria, José Miguel Tolosa, ha hablado hoy en Castro Punto Radio de “balance positivo”, aunque “con cautela”, ya que “ha habido un incremento de la circulación por esa zona del 5%, con lo que en cualquier momento se podría volver a disparar la cifra”.
En los meses comprendidos entre abril y septiembre de este año se han registrado en la zona 43 siniestros, lo que supone una reducción del 50% con respecto al mismo periodo de 2015 cuando la cifra alcanzó los 87. Del mismo modo, la gravedad de los sucesos ha sido menor, teniendo en cuenta que se han registrado 6 heridos, frente a 46 en esos seis meses de 2015 (-85%).
Agosto y septiembre son, por lo general, los meses más conflictivos, si nos acogemos al número de desplazamientos que se producen en época estival y de vacaciones. Pese a eso, se registraron únicamente 13 accidentes en los que se produjo un herido leve. Tolosa ha reconocido que debido a alguno de ellos, se ocasionaron retenciones importantes en la autovía, aunque ha recalcado que “el objetivo de estas medidas implantadas es controlar la siniestralidad”. Por lo demás, “la capacidad de la vía es la que es”, y, al margen de estas situaciones producidas por los accidentes, “con el límite a 80 el comportamiento del tráfico no ha sido peor, pese a un incremento de la circulación del 5% y un flujo de 48.000 vehículos diarios, número que aumenta los fines de semana y festivos”.
Tolosa se ha referido también a las estadísticas del radar ubicado dirección Santander, a la altura de Mioño, en comparación con las del años pasado. Ha comparado, en concreto, los números registrados por este aparato en junio y julio, ya que hubo una avería en agosto y septiembre del año pasado que lo dejó inutilizado. Así, “hubo en 2015 (con límite de velocidad a 100) un total de 11.200 sanciones, frente a las 10.200 de este año con el límite a 80”. Los conductores, “están concienciados y cuando se acercan a la zona ya saben que entraña peligro”. No se pueden realizar comparaciones en lo que respecta al radar de Saltacaballos (dirección Bilbao) porque el año pasado no estaba operativo aún.
Con todo y tras esta prueba inicial de 6 meses, se van a mantener las medidas “porque se ha conseguido el efecto deseado”.
Tolosa ha informado que se van a colocar otros dos avisadores de velocidad “al principio de la zona de límite a 80 en cada uno de los dos extremos”.