Tras confirmar el Consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, José Luis Gochicoa, en reunión con la alcaldesa Susana Herrán, “que la Consejería finalmente no va a ejecutar las obras de la instalación de pluviales en Lusa”, el Ayuntamiento saca a licitación los trabajos necesarios con recursos propios.
Como se detalla en nota de prensa, “el presupuesto de licitación es de 250.000 euros y el plazo de ejecución de 3 meses”.
Se trata de un proyecto que “ya se tenía desde la legislatura pasada (año 2016) y que estaba entre las obras del PGAS que se iban a ejecutar por el Gobierno de Cantabria, cofinanciando el Consistorio el 40% del coste. Durante esta legislatura se ha modificado el proyecto a requerimiento de la Subdirección de Aguas y se les remitió en junio de 2020”.
Tras confirmarse “que este año 2021 la Consejería de Obras Públicas finalmente no ejecutará ni financiará estas obras, y sabiendo de la importancia de las mismas, el Ayuntamiento las saca a licitación con la pretensión de realizarlas antes de finalizar este año”.
Tal y como indica el concejal del área, Alejandro Fernández, “son trabajos muy importantes y necesarios para los vecinos de Lusa y de Mioño, que se sitúan en una zona más baja y sufren los problemas que provoca no tenerlas ya ejecutadas”.
Se completará así la instalación separativa que ya existe en Mioño, construyendo unos 365 metros de tubería de PVC de 315 mm. de diámetro en la carretera Lusa-Mioño, desde la zona más alta de Lusa junto a los accesos a la autovía A-8. Se incluye, además, un ramal adicional de 44 metros que sube junto a la plaza de Lusa hacia las viviendas que hay por encima. Se dejarán ramales para que se puedan conectar los edificios y se construirán todos los imbornales para recoger el agua de lluvia de las calles.
El equipo de Gobierno “tiene claro que es necesario ir ejecutando en todo el municipio este tipo de obras para conseguir completar la red separativa y evitar que el saneamiento se llenen con agua de lluvia”.
Llevar el agua de lluvia por las mismas canalizaciones que las fecales “implica tener que ver cómo se levantan las tapas de los pozos y salen aguas sucias a los viales cuando se producen lluvias intensas. También tienen problemas las viviendas que se encuentran en zonas bajas porque, al estar llena la tubería, se atascan las salidas de los edificios”.
Con tuberías específicas para evacuar agua de lluvia “se evita bombearla, pudiendo evacuarse en los cauces fluviales o en el mar y los gastos que ello supone, además de que no hacerlo provoca el mal funcionamiento de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales”.
Con esta obra, tal y como confirma Fernández, “cumplimos con el compromiso que adquirimos al comienzo de la legislatura con el alcalde pedáneo, Carlos López Eguren” (en la imagen junto al concejal de Obras Alejandro Fernández).