Los técnicos de emergencias sanitarias de Ambuibérica, empresa que gestiona las ambulancias del 061, continúan denunciando falta de desinfección en los vehículos, “que pone en riesgo la salud de los trabajadores y la de los ciudadanos que hacen uso del servicio”, como ha señalado en Castro Punto Radio Miguel Expósito, uno de los trabajadores.
Se trata ésta de una reivindicación que llevan haciendo ya muchos meses. En febrero, cuando ya había un número de casos de Coronavirus importante en España pero aún no había estallado la crisis sanitaria ni se había decretado el confinamiento, ya se quejaban de la falta de desinfección, pero “ahora que sabemos la incidencia del virus y por todo lo que estamos pasando, incomprensiblemente, la situación sigue igual”.
Expósito ha trasladado que “no entendemos por qué estamos así y la Consejería de Sanidad hace oídos sordos cuando, además, hay un dictamen del Juzgado de lo Social de Santander por el que se imponen unas medidas cautelares que obligan a la empresa a contratar unos servicios externos y profesionales de desinfección de vehículos y una serie de medidas de protección de los trabajadores y, por ende, de los pacientes, que no se están cumpliendo. Se ha tendió que pedir una ejecución de esas medidas cautelares y estamos a la espera de que el Juzgado les obligue a cumplir con lo que ya les mandó hace más de dos meses”. Con todo, “no sabemos muy bien qué hacer porque estamos en peligro nosotros y todas las personas a las que trasladamos”.
Los trabajadores se quejan de que la empresa “se aprovecha de la permisividad que le da la Consejería de Sanidad o el Gobierno de Cantabria para dividir a la plantilla y aprovechar que muchas de las bases de urgencias están muy separadas entre sí para hacerlo en cada sitio como le place. Depende de cómo ceda la plantilla que está en el lugar en concreto, así obran. Hay bases como la de Santander en la que, más o menos, se va haciendo la desinfección, aunque no como dicen las medidas cautelares. Pero en otros lugares, como Castro, se están dando unos botes para que tú mismo apliques un producto que no sabes qué es, o un cubo con lejía y una fregona. Somos un poco el ejército de Pancho Villa ahora mismo”.
Ha recordado cómo “la ambulancia traslada a un paciente con coronavirus y, posiblemente en medias hora, este llevando a una persona mayor con mil patologías que no tienen que ver con ese virus y que tiene que asumir, inconscientemente, el riesgo de llevarse para casa lo que no tenía”.
Los trabajadores se quejan también de que “en todo este tiempo sólo nos han hecho una prueba de Covid y hace varios meses. Se realizó porque presionamos enormemente y se nos derivó a nuestros centros de salud a solicitarlo. Ni siquiera se hizo cargo la empresa, sino que se recurrió a la sanidad pública”. A todo esto, “la Consejería de Sanidad nos ignora desde el primer momento”.
Por otro lado, existe desde hace tiempo un conflicto laboral entre la empresa y los trabajadores, que reclaman el pago de una serie de horas extra que no les han sido abonadas. Antes de la pandemia, “ya se nos amenazó con quitarnos los turnos de 24 horas y ponernos a 8 si seguíamos con esa reclamación. La amenaza se cumplió y en marzo nos aplicaron esos turnos de 8 horas pese a que el Servicio Cántabro de Salud comunicó que esa secuencia de turnos perjudicaba nuestra salud y ponía en riesgo nuestra integridad y la de los pacientes, aumentando el riesgo de contagio. Aun así lo llevaron a cabo. Se suspendió unos meses, pero el 16 de julio se volvió a implantar”.