Estará activo, primero durante dos fines de semana y, a partir del 15 de junio, de forma ininterrumpida hasta el 15 de septiembre, momento en el que el servicio volverá a prestarse, sólo sábados y domingos hasta final de ese mes. El horario será el habitual de 11:30 a 19:30 horas.
Rafael Gómez, presidente de DYA Cantabria, organismo que un año más se encarga de prestar el servicio, ha detallado en Castro Punto Radio que el operativo estará compuesto por unas 30 personas, habiendo en cada turno 22 trabajadores entre patrones de embarcación, técnicos en emergencias sanitarias, coordinadores, personal de apoyo logístico y socorristas.
El servicio se prestará en las playas y zonas de baño de Dícido (Mioño), Brazomar, Solárium, Ostende (con tres puestos de vigilancia), Arenillas y Oriñon. Además, y aunque pertenece al municipio de Liendo y no entra dentro del operativo de vigilancia de Castro, “todos los años se registra alguna incidencia en la playa de Sonabia que atendemos nosotros, tanto por mar con la embarcación, como con los recursos terrestres”.
La DYA es la adjudicataria del contrato que saca a licitación el Ayuntamiento estableciendo unos mínimos. “Por el tipo de organización que somos, nosotros incluimos una serie de mejoras importantes sobre esos mínimos y damos unas prestaciones adicionales”. Entre ellas, “nos hacernos cargo, no sólo de las zonas de playa, sino de la vigilancia de toda la línea de costa del municipio, llevando a cabo continuas rondas, con especial atención a zonas a las que acude gente a pescar, a bañarse sin ser entornos vigilados, lugares en los que se practican otro tipo de actividades náuticas o el San Guillén”.
Mientras el año pasado “nos resultó difícil encontrar personal para cubrir el servicio, en esta ocasión ha sido mucha la gente que ha querido optar a alguna plaza en el proceso de selección”. De esta forma, una vez elegidos los integrantes del operativo, “contamos con una amplia bolsa de la que se podrá hacer uso en caso de que sea precisa alguna sustitución de trabajadores por la circunstancia que sea o por refuerzo de personal”.
Para terminar, Gómez ha insistido en la necesidad de atender las indicaciones de los socorristas y respetar las banderas. En este sentido, ha recordado que, a la hora de prohibir el baño, los socorristas son autoridad y hay que hacer caso a sus advertencias. De lo contrario, “la Ordenanza de Conductas Cívicas recoge las sanciones correspondientes”. De hecho, “la temporada pasada se llamó a la Policía Local y se pusieron algunas multas”.