Las Primeras Comuniones se celebran tradicionalmente en mayo pero, a día de hoy, “no sabemos cuando nos va a decir el Gobierno que se acaba el Estado de Alarma. Lo más sensato es que, cuando esto termine, se vea. Si para mediados o finales de abril continúa, habrá que tomar la decisión firme de suspenderlas”.
Así lo explicaba en Castro Punto Radio el sacerdote de la parroquia castreña, Chema Salazar. Llegado el caso, “habrá que ver cuando se celebran y habrá que contar con las familias. No hay ninguna decisión tomada a día de hoy”, indicaba al respecto de la posibilidad de aplazarlas a septiembre. Y lo mismo ocurre con las confirmaciones, bodas y bautizos. Más adelante habrá que ajustar todas las celebraciones pendientes a las fechas disponibles. “No estamos para tomar decisiones arbitrarias sino para ayudar”, decía.
Al hilo del drama que está suponiendo el hecho de no poder despedir a los familiares fallecidos en estas circunstancias, Salazar indicaba que pasa lo mismo con todos, no sólo con las víctimas del coronavirus. Las familias no pueden acercarse a ellos y los tienen que enterrar con todas las limitaciones; “en ese momento no pueden estar presentes más de tres personas. No hay abrazos ni besos. Algo tan humano en esas circunstancias, como poder estar cerca unos de otros, ahora es imposible y es muy duro”. Por lo demás, cuando una familia quiere que un sacerdote acompañe en el momento del enterramiento,”la funeraria avisa a la parroquia como ha sido siempre”.
Respecto a la situación de Cáritas, Chema Salazar señalaba que ha habido “un cambio importante en su forma de funcionar, que siempre ha sido la de reunirse con las personas que solicitan ayuda, para después los voluntarios reunirse también y valorar cada situación. Ahora no se puede hacer nada de eso”. Así que, en estos días, intentan responder a las urgencias que se van presentando, como casos de personas sin hogar o inmigrantes, apuntando que “Cáritas Diocesana se coordina con otras organizaciones para responder a estas situaciones”.
En todo momento el sacerdote de la parroquia castreña ha destacado que “lo más importante es la salud, que podamos estar seguros y que esta enfermedad pase cuanto antes”.