28 ABRIL 2017 /
La concejala de Turismo, Patricia Camino, cree que el albergue de peregrinos de Islares está cerrado “por dejación de funciones de la persona que tiene las competencias sobre él” y que es el alcalde pedáneo, Iván González. “Si las cosas se hubieran hecho dentro de plazo, la situación no se hubiera complicado tanto y la instalación estaría abierta”.
Así lo ha dicho Camino, al tiempo que ha señalado que la única gestión necesaria para ello era responder a una carta remitida por la Dirección General de Turismo, diciendo que ese edificio no es un albergue turístico, sino que funciona como mero lugar de alojamiento de peregrinos, sin cobrarse por ello nada más que la voluntad.
Tras dejar claro que el albergue de Islares es competencia de la Junta Vecinal, y que el único que depende de la gestión del Ayuntamiento es el ubicado junto a la Plaza de Toros, la concejala ha reconocido que “nos preocupa la situación de Islares, más en pleno Año Jubilar Lebaniego, y siempre hemos dado nuestro apoyo para resolver el problema”.
En este punto, ha hecho un recorrido por todos los antecedentes del caso, desde que el 3 de junio de 2016 el Gobierno de Cantabria remitió a todos los albergues una carta en la que “nos informaban que, con carácter previo al inicio o modificación de una actividad turística, debíamos presentar ante la dirección competente una declaración responsable, en los términos que se establecían en la reglamentación para cada tipo de actividad, y conseguir así la correspondiente autorización turística”. Todo, con el fin de “regular bien todo el tema de albergues”.
Se daba un plazo de 15 días para responder y, desde el Ayuntamiento, así se hizo, con un documento que “explicaba en qué situación se encuentra nuestro albergue y diciendo que no es un establecimiento turístico, sino para alojar a peregrinos, porque desde la Consejería diferencian entre el cobro de donativo y cuando es un albergue turístico, donde se cobra y tiene unas exigencias que cumplir mucho más exquisitas”.
Viendo que el albergue de Islares estaba cerrado, Camino se puso en contacto con Iván González, “para decirle que quería reunirme con él y que sabía cómo se debía gestionar esa carta recibida. Le aseguré que le prestaba mi colaboración, que era un mero trámite administrativo y que le ofrecíamos redactada la respuesta que tenía que dar y que únicamente debía sellar y firmar”.
El 3 de febrero, González “me dice que, para concretar una cita, le mande un correo electrónico, del que no recibo contestación. El 23 de febrero pasado llega al Ayuntamiento una carta de la Consejería de Turismo, diciéndonos que en enero se había realizado una inspección en el albergue de Islares y que, el mismo no consta en el registro de empresas turísticas de Cantabria. Lo mismo que pasaba con el nuestro y es simplemente una regulación, porque el Gobierno quiere saber lo que existe y en qué situación está. En ese escrito, nos piden que informemos sobre la titularidad del establecimiento y cualquier información que les podamos aportar para la instrucción del expediente sancionador. Nos dan 15 días hábiles y contestamos que pertenece a la Junta Vecinal y que lo que sabemos es que se encuentra en la misma situación que el de Castro”. Ahora bien, “yo no tengo la competencia y no he podido gestionar que esté abierto”.
Según Camino, “se vuelve a informar sobre este extremo al pedáneo, a través de un correo electrónico, y no se recibe respuesta”. Es entonces cuando, el pasado día 5 de mayo “informo sobre toda la situación en Comisión Informativa, apelando a los concejales de PP y PRC, partidos que gestionan la Junta, a que se pongan en contacto con sus responsables. Al día siguiente mantengo una reunión con los vocales regionalistas, que muestran su disposición a colaborar en todo lo posible para que la instalación abra”.
En Semana Santa, González se acercó a la Oficina de Turismo, donde se encontraba trabajando Camino, y “le dije que volvía a ofrecerle mi apoyo. Aseguró que se acercaría al Ayuntamiento a hablar conmigo, pero ese encuentro no se ha producido. Ayer le vi en la calle y me dijo que estaba redactando un anteproyecto de adecuación, porque se queda más tranquilo haciendo otro tipo de gestiones. Parece que hemos empezado en el buen camino. Nosotros nos hemos ofrecido y estamos procediendo a colaborar en la puesta a punto del mantenimiento para cuando se pueda abrir”.