La flota castreña ha estado amarrada a puerto estos últimos días debido a la mala mar y coincidiendo con los últimos coletazos de la costera del verdel.
Se trata de la campaña más importante para las embarcaciones castreñas pero, debido a las limitaciones en la cuota impuestas desde Bruselas, esta costera se queda corta. Todo pese a que, como explican los propios trabajadores del sector, “el mar está lleno de verdeles”.
Lo ha confirmado en Castro Punto Radio un pescador castreño, Juan Pedro Acebal, al tiempo que ha añadido que “yo tengo un amigo en Ondarroa, que va a a la anchoa, y les da miedo echar el arte porque está todo lleno de verdel”.
Ha lamentado que las ordenes en cuanto a la cuota “vienen desde Bruselas y por parte de unas personas que están sentadas allí y no saben lo que es vivir de esto. Un pescador está esperando esta costera para ganar un duro. La gente que está allí sentadita, con su sueldo fijo, debería de estar aquí. Venir unos días y saber lo que es estar en la mar”.
Acebal ha decidió este año ir a Galicia a la campaña para trabajar en un barco. Lleva un mes pero ha reconocido que, “si sé cómo funcionan allí las cosas, no hubiera ido”. Antes de partir, era consciente de que la cuota de verdel en esta Comunidad Autónoma es menor que en Cantabria. La sorpresa, por tanto, ha sido que “a la hora de hacer la repartición, el dueño del barco se lleva el 50%, como pasa aquí. Pero en Galicia, nos cobran una parte del gasoil, hemos pagado nuestra Seguridad Social, anzuelos, plomo, pita…. En Cantabria es el armador el que se encarga de esos gastos”.