En la Navidad de 2020 se suspendió la venta de petardos y artefactos pirotécnicos en los establecimientos con autorización temporal. La decisión es firme, ya que una reforma en la legislación vigente limita esta actividad comercial a los establecimientos y empresas especializadas en el sector.
Así lo explicaba en Castro Punto Radio Íñigo Iglesias, propietario de Castromar, único punto de venta en Castro que disponía de ese permiso temporal. “Había una ley que permitía a la Delegación del Gobierno conceder autorizaciones en Cantabria del 20 de diciembre al 6 de enero. La ley ha cambiado y ahora sólo pueden comprarse artículos pirotécnicos en establecimientos que tengan autorización para venderlos todo el año”.
Por tanto, y pensando en las próximas fiestas navideñas, todas las compras y ventas que se realicen al margen de estos establecimientos son ilegales, así como la tenencia de estos artículos que puede acarrear multas a quienes los utilicen. “No solo es ilegal, también es peligroso porque no sabemos de dónde viene esa pirotecnia; no lleva número de registro, no sabemos qué antigüedad tienen ni su fecha de caducidad, ni tampoco si pueden provocar un accidente”, señalaba.
Durante los últimos años, la Guardia Civil ha interceptado y retirado miles de unidades que se vendían en comercios que no tenían permiso ni se ajustaban a la normativa. Hay que recordar que la Clase 1 es la única que se puede vender a menores de 18 años. Todo lo demás es sólo para adultos. Cada vez se ha extendido más la venta de fuegos artificiales porque la gente “prefiere el espectáculo al ruido”. Pero todo ello, insistimos, únicamente en puntos de venta autorizados.