Durante esta crisis sanitaria se ha generalizado el uso de mascarillas y de guantes que, en muchos casos, no se están desechando de la manera adecuada. Con ello, mucho de este material acaba en la naturaleza o en la costa.
En declaraciones a Castro Punto Radio, el castreño Javier López Orruela, miembro de SEO Bird/Life, organismo que colabora con el programa de voluntariado Centinelas en el cuidado de la costa desde Liendo hasta Oriñón, ha destacado que, “desde que se ha comenzado a poder hacer paseos y retomar el contacto con el medio natural, estamos observando la llegada a costas de estos elementos, algo que es de preocupar por dos razones: porque es un desecho que se debería gestionar con más responsabilidad y porque denota que seguimos sufriendo los mismos problemas de ensuciar la naturaleza, en este caso con el agravante de que son residuos que pueden estar contaminados y son más peligrosos que el mero plástico en sí”.
Desde Centinelas “se ha hecho un llamamiento a los voluntarios que participan en el programa en las costa de Cantabria para que, en sus salidas para pasear o hacer deporte, se fijen en esto en concreto y, si tienen posibilidad y con todas las medidas de precaución, puedan recoger algunos de estos elementos que están llegando a la costa”.
López Orruela ha querido dejar claro que “la mayoría de ciudadanos tienen un comportamiento responsable en este sentido, pero hay algunos que mantienen actitudes que no son las deseables”.
Ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad y a dar aprecio al medio natural”, aunque sí ha destacado que “los residuos que llegan a la costa, en un alto porcentaje, proceden de comarcas de interior y no del propio ambiente costero”.
Ha propuesto “disponer de los mecanismos para gestionar adecuadamente nuestros residuos como, por ejemplo, tener previsto dentro de nuestra rutina un lugar donde depositarlos. Igual tener una bolsa y, cuando los desechemos, guardarlos en ella, dar un nudo y mantenerlos hasta que los podamos depositar en un contenedor”.
López Orruela es consciente de que “puede dar un poco de miedo”, pero ha animado a los ciudadanos a “colaborar en retirar estos materiales, de una manera segura siempre, de los entornos naturales. Usar una pinza o un palo para no manipularlos directamente, sino a través de algún elemento”.