Durante las semanas de confinamiento, en el Centro Ecuestre La Gerencia de Mioño los trabajadores que se ocupan de la limpieza de las cuadras y de la alimentación de los caballos han tenido que seguir con sus tareas. Son 60 animales, que han sacado a pasear todos los días en las instalaciones y 10 las personas que se están ocupando de todo.
La responsable de La Gerencia, Almudena Gallego, explicaba en Castro Punto Radio que “nos quedaban unas semanas para finalizar el curso de formación profesional cuando se decretó el Estado de Alarma y varios alumnos se quedaron aquí internos y aquí siguen porque no han podido regresar a sus lugares de origen”.
El centro ha podido seguir el calendario veterinario, pero respecto a otras actividades “la información que va llegando hay que interpretarla como un puzzle. A veces, ya no cada día sino cada hora, nos van llegando indicaciones nuevas y es un lío”. Por eso, a pesar de que desde el lunes ya podían montar los jinetes y amazonas federados, han preferido ser prudentes porque muchos de ellos son menores.
Desde antes del 14 de marzo, La Gerencia ya había implantado el protocolo sanitario. Pero, además de garantizar la salud de las personas, les preocupa la de los caballos porque “son animales de deporte y salirse de su estado de forma tan brutalmente puede tener consecuencias graves, incluso la muerte”.
Almudena Gallego hacía hincapié en que el suyo no es un deporte aficionado, “sino nuestra forma de vivir y su mantenimiento es muy caro”. De hecho, los gastos son los mismos y deben afrontarlos sin ingresos.
En este sentido, la responsable de La Gerencia criticaba algunas de las medidas adoptadas por las autoridades durante el período de confinamiento porque “parar de esta manera no tenía sentido. Puedes ir a un supermercado y sin embargo no puede venir un chaval aquí a mover su caballo, en unas pistas de 800 metros la más pequeña, al aire libre, y con una distancia de 4 metros entre caballo y caballo, boxes individuales….es absurdo”.
En lo que respecta a los cursos de formación profesional, han continuado impartiéndose online aunque se han perdido todas las clases prácticas. Aún no saben cómo se van a organizar los campamentos de julio y agosto y, en cuanto a la competición, “estamos a la espera intentando relanzar los concursos nacionales. Hay que clasificar para acudir a los campeonatos de España y Europa, Juegos Olímpicos, etc. Creemos que entre julio y agosto podremos hacer el concurso de salto de la Liga Norte y dos concursos completos de equitación seguidos”.
Almudena Gallego apuntaba que, en definitiva, en el mundo de la equitación reina la incertidumbre como en otros tantos sectores de nuestra actividad económica, empresarial y de formación.