Esta mañana a las 8 se abrían en el polideportivo Peru Zaballa las inscripciones para la Marmita, la primera después de dos años de parón por la pandemia. Desde primera hora de la tarde de ayer, había grupos haciendo cola y, por la noche ya daba la vuelta por la parte trasera del edificio. Teniendo esto en cuenta, las 200 parcelas ofertas se han terminado en pocos minutos. Incluso grupos que han pasado allí la noche, se han quedado sin sitio para el concurso.
Tras esto hemos hablado en Castro Punto Radio con el concejal de Festejos, Gorka Linaza. Ha destacado que “no ha habido incidentes y eso es lo importante”. Ha reconocido que “200 parcelas son pocas y siempre va a haber gente que se quede fuera”, pero ha defendido que “tenemos que ser conscientes del espacio que tenemos”.
Hace semanas, el concejal trasladó su intención de tratar de ampliar el número de parcelas “pero no depende del Ayuntamiento. A veces querer no es poder. Se ha intentado pero, finalmente, hemos tenido que hacer lo de siempre”. Entiende “el malestar y las críticas”, pero ha preferido no ahondar más en la cuestión y “no darle más vueltas a algo que no ha sido posible. Tenemos lo que tenemos y con eso hay que seguir adelante. A partir de ahí, “valorar que, por ejemplo, en 2019 de 200 parcelas se presentaron 196 marmitas. Si este año se consigue que sean 200, ése será el éxito”.
Linaza ha afirmado que “los jóvenes tienen el mismo derecho a hacer marmita que los más mayores”, aunque sí ha reconocido que “puede ser un poco injusto para los de más edad que no se pueden quedar a dormir en el polideportivo. Hoy había también jóvenes haciendo cola para sus padres o familiares. Cualquier cosa que hagamos nunca va a ser a gusto de todos y el cascabel del final hay que ponerlo en algún sitio. Son 200 parcelas y ahí está el límite”.
Preguntado por la posibilidad de sortear los espacios, ha respondido que “el sistema podría ser el más justo y en el que más incide la gente, pero no he considerado en este momento hacerlo así”.
Para terminar, habiendo sido una persona muy involucrada con las fiestas desde pequeño, participante de la marmita e integrante de una peña, ha reconocido que “me gustaría más y que hubiera parcela para todos, pero estoy ahora donde estoy y tengo que atar los caballos y pensar en todo el mundo. También hay gente a la que no le gusta la fiestas y se queja”.
Imagen de la cola en el Peru Zaballa esta mañana, poco antes de abrirse la inscripción.