El consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano, ha garantizado todo el apoyo de su departamento para agilizar en lo posible la tramitación del PSIR para la construcción de la central hidroeléctrica reversible que la empresa Hidrocaleras proyecta en la antigua mina de Las Caleras de Mioño, con una inversión de 85 millones de euros.
El proyecto es “tan sumamente singular que desde el minuto uno lo he hecho nuestro”, ha declarado el consejero tras conocer los detalles de la infraestructura de la mano de Carlos Rozas, director técnico del Grupo Cobra, accionista mayoritario de Hidrocaleras.
El proyecto, que opta a la captación de los fondos europeos de recuperación, consiste en crear una central hidroeléctrica reversible de acumulación por bombeo de agua de mar, una infraestructura innovadora y sostenible de producción y almacenamiento de energía renovable, de la que, en este momento, solo hay una de iguales características en Japón, con lo que sería la primera de Europa y la segunda del mundo.
Para López Marcano, se trata de un proyecto “extraordinariamente interesante, capaz de entusiasmar a cualquiera, que dibuja un futuro muy halagüeño para la industria cántabra, en particular en el ámbito de la energía, y que es además un proyecto sumamente respetuoso con el medio ambiente”. El consejero ha añadido que cuando se lleve a cabo, situará a Cantabria “en el mundo y casi casi nos convertirá en pioneros”.
También han participado en la reunión Luis Angel Fernández y el consejero delegado de SODERCAN, Rafael Pérez Tezanos. La empresa pública dependiente de la Consejería de Industria ha aprobado una ayuda de 60.000 euros a la empresa para la redacción del proyecto singular de interés regional necesario para su implantación.
Las centrales hidroeléctricas reversibles, de bombeo y acumulación, son aquellas que en las horas valle, de baja demanda eléctrica, utilizan la energía sobrante para bombear agua a un embalse superior y en horas punta se aprovechan para entregar energía a la red.
Para afrontar los retos tecnológicos del proyecto, Hidrocaleras ha impulsado la creación de un consorcio público-privado del que forman parte el Instituto de Hidráulica Ambiental, la Universidad de Cantabria a través de su Grupo de I+D+i Laboratorio de la División de Ciencia e Ingeniería de Materiales (Ladicim); y el Centro Tecnológico CTC.
Carlos Rozas ha explicado que el proyecto, que pondría a Cantabria “en el mapa de las energías renovables”, viene a complementar el desarrollo de las energías renovables eólica y fotovoltaica y está perfectamente alineado con la política energética europea y española porque es un proyecto “verde, digital y que fomenta la economía circular”.
También ha destacado el impacto económico del proyecto en Cantabria, ya que a los 250 puestos de trabajo que se estima generaría su construcción, habría que añadir otros 30 de forma permanente en la fase de explotación.
El representante de Hidrocaleras ha trasladado al consejero que esperan dar un importante impulso al proyecto a través de los fondos europeos de recuperación. En ese sentido, el pasado mes de enero registró una manifestación de interés al Ministerio de Industria y presentará otras dos al Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) en materia de energías renovables y redes y almacenamiento.