El principal problema, como ha detallado, es que “el Mercado de Ganado de Torrelavega estuvo varios meses cerrado y se nos acumuló el producto. Esto supuso que, cuando abrieron, había exceso de ese producto, provocando una bajada de los precios. Para que la gente lo entienda, un ternero que, en otras circunstancias, podía valer 600 euros, en plena pandemia está entre los 300 y 350 euros, aunque eso el comprador no lo ve reflejado en los precios de los supermercados”.
Con todo, “yo voy a dejar de ingresar este año entre 15.000 y 20.000 euros que, traducido, es mi sueldo. Voy a trabajar este año gratis”.
Por tanto, “viviré de unos ahorros y del patrimonio que he creado y, en lugar de hacer más recría, tendré que vender lo que tengo al precio marcado, que es una ridiculez”. Sin embargo, “a mí, la cuota de autónomos me la siguen pasando todos los meses, tengo que seguir pagando el alquiler de las fincas que llevo y cuyo importe no ha bajado y me siguen costando lo mismo el gasoil y el pienso”.
Además, “no he percibido ninguna ayuda pública, al margen de unos 260 euros de Sodercan, que no me llegan para nada. No me corresponde ni tan siquiera la del Ayuntamiento de Castro porque no puedo justiciar una caída de ingresos ya que mis cuentas son anuales y, hasta que no cierre el ejercicio, no lo voy a saber”.