15 ENERO 2019 /
Castro Urdiales cuenta con tres Juzgados de Instrucción y hoy hemos tenido la oportunidad de hablar en Castro Punto Radio con el que, desde julio de 2018, es decano de todos ellos y titular del número 3, Guillermo Martínez. Ha dado detalles sobre el funcionamiento de las dependencias judiciales, los casos que se tratan, los medios con los que se cuenta y el propio día a día de un juez en nuestro municipio.
Como ha explicado, los tres Juzgados de Castro son mixtos, lo que quiere decir que “llevan cuestiones civiles y penales” pero con algunas particularidades. “El Número 1 tiene asignadas funciones de Registro Civil y el 2 es el especialista en materia de violencia de género. El 3 lleva sólo los asuntos comunes de civil y penal”.
Atrás quedan los años de frenético trabajo coincidiendo con la instrucción de los casos de corrupción urbanística y, a día de hoy, de este tipo, “sólo hay pendientes dos asuntos que terminar”. Por tanto, “los temas más habituales son, en materia civil, las cuestiones de arrendamientos, humedades, accidentes de tráfico, daños…; y en materia penal suelen ser delitos sencillos y leves como hurtos, daños, lesiones, alguna estafa y luego siempre hay algún asunto en concreto más complejo”.
Según Martínez, la actual “no creo que sea una época de especial carga de trabajo. Considero que está estabilizado, aunque sí han aumentado las ejecuciones hipotecarias o los procedimientos de reclamaciones de cantidad, que son rápidos. En el resto, está bastante estabilizado y no creo que sea una partido judicial especialmente complejo”.
En lo que respecta al funcionamiento de la justicia en general y a las quejas de muchos ciudadanos sobre la lentitud a la hora de resolver ciertos procedimientos, el decano de los Juzgados de Castro ha reconocido que “hay mucho margen de mejora”. En este sentido, ha defendido que “faltan medios personales y hay una gran desproporción en España entre el número de jueces y de habitantes si lo comparamos con lo que hay en el resto de Europa”. En el caso de Castro, “de momento no considero que hagan falta más Juzgados, pero sí más funcionarios y medios materiales”.
Por otro lado, “ahora en Cantabria se está haciendo una labor importante de digitalización para que el papel sea el menor posible. Cuando se inician esos procesos, hay dificultades, la gente no está acostumbrada y eso provoca lentitud”.
Hay margen de mejora con respecto a personal y medios, desde su punto de vista, pero no comparte, por otro lado, la sensación de algunos ciudadanos de que la justicia, muchas veces, no es lo suficientemente dura. No está de acuerdo con la frase, en ocasiones utilizada, de que los delincuentes entran por una puerta y salen por otra. “No creo que se entre por una puerta y se salga por la otra pero sí hay que tener en cuenta que no toda investigación policial tiene que acabar en una condena porque existe el derecho de defensa, la presunción de inocencia y porque, muchas veces, durante la instrucción se revela que el hecho no es constitutivo de delito, que está prescrito… Hay múltiples variables, pero no comparto esa visión y tampoco creo que esté muy extendida”.
Por otro lado, se ha referido al trabajo de juez de instrucción. Ha dicho que “es gratificante”, aunque se trate de una “labor un poco más oscura en el sentido de que no sabes si va a llegar a buen puerto. Cuando se resuelven los asuntos es en una segunda fase en el Juzgado de lo Penal, pero la instrucción también es gratificante cuando te ha llevado mucho trabajo, has practicado todas las diligencias y has conseguido encontrar indicios”.
En la labor diaria de juez, Martínez es de los que cree que “lo preferible es pasar desapercibido y, que el juez no sea el protagonistas es, para mí, una buena señal. Es una persona que se supone que, desde un punto de vista imparcial, está tramitando e investigando el asunto y, cuanto menos aparezca, creo que mejor”.
Sobre el movimiento de jueces en las dependencias de Castro Urdiales, Martínez ha asegurado que “es normal que en los juzgados mixtos haya mucho movimiento y, es verdad que en Castro lo ha habido especialmente en este último año”. Todo tiene que ver con “cambios que se deben a la propia cerrera profesional. A medida que pasan los años, asciendes y es normal irse a Juzgados más especializados y de capitales de provincia”.