Se siguen sucediendo en Cantabria las estafas por suplantación de identidad de los bancos, que se acrecentaron de firma importante coincidiendo con la fusión de las entidades Liberbak y Unicaja. Como ha detallado en Castro Punto Radio Enrique Solís, abogado de la Unión de Consumidores de Cantabria, “en el momento de la fusión, hubo una suspensión temporal de los servicios telemáticos, algo que los estafadores aprovecharon para hacer creer a los clientes que había un problema y centenares de personas fueron víctimas, viendo retiradas de sus cuentas desde 1.000 hasta 15.000 euros, en varias extracciones”.
Los delincuentes actúan a través del método conocido como ‘Phishing’ por el que suplantar a la entidad bancaria a través de mensaje o llamada telefónica consiguiendo que les aporten sus contraseñas, números de tarjeta de crédito u otra información”. Recurren a mensajes por los que el estafado cree amenazado su dinero, como “que alguien a accedido sin autorización a su cuenta bancaria o que su cuenta se va a bloquear si no hace una serie de trámites”.
Solís ha trasladado que, en principio, “el banco tiene la obligación de devolver el dinero estafado al considerarse que no ha tomado suficientes medidas de seguridad, pero en la práctica no es tan sencillo. Lo primero que hay que hacer es ir al banco y tratar de que lo retrotraigan, presentar denuncia a la Guardia Civil y, si la entidad no devuelve el dinero hacer una reclamación por no haber tomado suficientes medidas”.
Lo más importante de todo es, no obstante, nunca facilitar contraseñas ni datos personas a través de correo electrónico, llamada o mensaje. Las entidades bancarias nunca solicitan este tipo de datos por estas vías.