Desde ayer lunes, la pesca recreativa vuelve a estar permitida en Cantabria con las consiguientes medidas de seguridad, como el uso de mascarilla si hay varias personas en el entorno en el que se pesca, no compartir los utensilios y desinfectar los que se utilicen, entre otras cosas.
José Antonio González “Pelín”, gran aficionado a la pesca, nos contaba hoy en Castro Punto Radio que todavía no ha reanudado esta actividad, pero ha tenido ocasión de hablar con otros aficionados que sí lo están haciendo y le comentan que no entendían la prohibición, ya que en su mayoría van en solitario o en parejas en una embarcación, que “como mínimo miden 4 metros y en la mar, al aire libre, el peligro de infección es mínimo. En tierra, los que pescan con caña también pueden mantener las distancias con sentido común. De hecho ya se suelen colocar a varios metros unos de otros para asegurar la pesca”.
“Pelín” señalaba que ayer hubo bastante gente que salió a pescar o que bajó a poner a punto los barcos y revisar los aparejos. “Se ha levantado la veda y, si el tiempo acompaña, va a haber muchísima gente en Castro que va a salir a pescar. Hay muchos marineros jubilados y otros que se han apuntado a esta afición”.
Tras varias semanas de prohibición, nuestro invitado está seguro de que la pesca está más cerca que antes, como está ocurriendo por ejemplo con la anchoa. Y así ocurrirá también con el bonito y otras especies. “Va a haber más variedad y calidad de pesca que el año pasado por estas fechas. Buenas mojarras y buenos panchos”, decía.
Al hilo de esto, “Pelín” ha tenido un reconocimiento especial para las gentes de la mar “que se levantan para empezar a gastar y pescar o no pescar. Lo que no hay derecho es que un pescador reciba tan poco dinero con su trabajo para después ver algunos precios en el mercado”.
Sobre las normativas que se han ido estableciendo durante estas semanas, como la que hasta hace poco impedía atender los huertos, señalaba que “mandar y decidir es complicado, y dar gusto a todos es imposible, pero prohibir a un señor ir a una huertilla pequeña con cuatro puerros, cuatro patatas y cuatro pimientos, yo diría que es perjudicar su vida”.
Respecto al período de confinamiento, señalaba que “al principio fue muy duro. Con mis años no había visto esto nunca. Se te caía la casa encima, se te atrofiaba el cuerpo y estabas tirando de la tele todo el día. Ahora salimos un poco a las horas reglamentarias y se empieza a respirar un poco. De todas formas, al final te adaptas. El ser humano tiene una capacidad increíble para hacerlo”. Lo que le inquieta por otro lado, es que observa “algunos abusos y alguna gente desaprensiva que no colabora. Debemos tener paciencia y respetarnos unos a otros”.
“Hemos estado viendo a los hijos y nietos a través del móvil, disfrutando de ellos a distancia y con ganas de abrazarlos. Pero no me gusta nada el panorama”. José Antonio González cree que “esto va para más largo de lo que parece y me pongo a temblar pensando que haya millones de personas más preocupadas por comer hoy que por ver si cogen el virus”.