Hemos hablado en Castro Punto Radio con el cantero castreño Juan Carlos Herrero que, de manera altruista, se ha ofrecido a recuperar la cruz de la Punta del Rebanal que hace unos días fue derribada por el temporal de mar.
Desde el primer momento trasladó su disposición a colaborar “por el sentimiento que tengo hacia ese monumento que ha formado parte de mi vida, como ciudadano criado en Urdiales. Cuando vi lo que había pasado, me ofrecí en redes sociales y, al poco tiempo, se puso en contacto conmigo la concejala de Patrimonio, Rosa Palacio, y los familiares de los jóvenes desparecidos el 28 de agosto de 1974 en cuya memoria se levantó esta cruz”.
Herrero ha tomado ya las medidas necesarias para realizar una réplica exacta, en forma y materiales, de la cruz que ha quedado destruida. Junto a él, hay otros ciudadanos que se han puesto a su disposición para colaborar, además del Ayuntamiento. “Quiero que sea un proyecto participativo y desde Castrogres se han ofrecido para el transporte, el Consistorio para lo que sea necesario, el material se va a adquirir a un empresa de Castro y voy a trabajar en el taller de Mármoles Vallegón junto a su responsable”.
Ha insistido en que los restos de la cruz “no se pueden usar porque se han roto mucho y porque la base está muy agrietada y enferma porque lleva muchos años”. Se realizará una réplica exacta “salvo que, por precaución y para evitar la erosión, se va a suprimir un acabado que tenía como a puntero arañando la piedra. La obra se ejecutará en tres piezas unidas cada una de ellas con una perforación y metiendo un émbolo”.
El próximo mes de julio hará 32 años que este cantero castreño se introdujo en el arte de talar la piedra. Es cantero, escultor, rehabilitador de patrimonio, auxiliar de arqueología, ha participado en la rehabilitación de la ermita de San Pedro, de la iglesia de Cerdigo y en recuperaciones en las calles San Juan, Belén y Nuestra Señora, entre otras.
Por tanto, “creo que estoy capacitado para recuperar la cruz de la Punta del Rebanal, algo que voy a hacer con mucho amor”.
Son muchas las obras de piedra esculpida que Herrero tiene repartidas por varias calles de Castro, la mayoría de ellas elaboradas de forma altruista. Entre otras cosas, en el Centro Cultural La Residencia hay un monolito suyo “que habla de Castro y sus gentes, con nombres de personas que ya no están, que están y que estarán”.
Pese a todo, ésta no es la profesión con la que se gana la vida y ahora mismo está en paro. Le gustaría dedicarse a la cantería de forma profesional y hacer de ella su modo de vida. “El que la sigue la consigue y llevo año detrás de una oportunidad para ganarme la vida con esto”, ha dicho. En ello está centrando parte de sus esfuerzos. “He cogido una parcela en Islares en la que pretendo hacer un espacio multifuncional con un cobertizo sencillo y silvestre en el que poder dedicarme a esta profesión. Hacer mis piezas y tener una galería de arte al aire libre donde pueda exponerlas y venderlas. Me gustaría también poner una huertita ecológica y un espacio para enseñar el oficio, que se está perdiendo”.
Ha recordado cómo, “hago escudos, todo tipo de piezas para jardín, barbacoas para exterior, mesas, bancos, piezas de interiorismo, muebles bifuncionales que son a la vez esculturas, fuentes, pozos decorativos, esculturas de pared, sillares, arcos, rehabilitación de patrimonio y de fachadas antiguas… Todo lo que se pueda hacer con la piedra”.