El pasado 1 de octubre se aprobó la liquidación del presupuesto del Ayuntamiento del ejercicio 2018 y, según CastroVerde, “el remanente de Tesorería a 31 de diciembre fue de 6,3 millones de euros en positivo”.
Señala esta formación política en un comunicado que, cuando accedió al Ayuntamiento en 2015, “la cifra era de 3,8 millones en negativo, lo que fue preciso equilibrar con medidas de control de gasto”.
En 2016, “fueron llegando sentencias que obligaron a desembolsar importantes cantidades: el Castillo Faro de 700.000 euros, 1.1 millones correspondientes a la gestión urbanística del SUP-1 de Campijo iniciada en 2001 y hubo que hacer frente a una paga extraordinaria que el Gobierno de Rajoy eliminó en 2012 y que ascendía a 430.000 euros”.
A estas cantidades, “se sumó la sentencia de ASCAN por un desequilibrio financiero de la concesionaria municipal del agua durante el periodo 2007-2013, por la que el Ayuntamiento tuvo que desembolsar 5,9 millones de euros”.
Defiende este partido político que, “pese a todo lo anterior y a que se acometieron numerosas inversiones, algunas de ellas aún en ejecución, el cierre de 2018 fue de 6,3 millones en positivo, que añadido a las contingencias indicadas, supone haber remontado 18 millones de euros en la legislatura que gobernó CV”.
Para concluir, explican que “el Remanente de Tesorería es una magnitud que mide la liquidez del Ayuntamiento y su capacidad inversora, a partir de los fondos líquidos deduciendo los derechos pendientes de pago y las obligaciones pendientes de cobro”.