El subinspector de la Policía Local, Antonio Arizmendi, ha dado detalles en Castro Punto Radio sobre el funcionamiento del semáforo instalado en la calle La Ronda, a la altura de La Barrera y que tiene como fin facilitar el acceso de vehículos hacia Leonardo Rucabado desde Brazomar, girando por Antonio Burgos.
Como ha explicado, este semáforo no está en marcha todo el día sino, únicamente, “de 12:30 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:30, momentos en los que hay mayor afluencia de tráfico”. Esta instalación “tiene una serie de fases, de manera que, está en rojo durante 35 segundos, reteniendo los vehículos de La Ronda que circulan dirección Bilbao. Otros 45 segundos está en ámbar intermitente y eso significa, según el Reglamento General de Circulación, que hay que ceder el paso a cualquier coche que quiera cruzar hacia Antonio Burgos”, ha dejado claro Arizmendi.
Hay otro periodo en el que este semáforo mantiene la luz en verde. La duración en rojo, ámbar o verde se calcula “en base a la distancia que hay con los semáforos de Díaz-Munío y la zona de La Barrera”.
Desde que la calle Leonardo Rucabado quedó cortada debido a las obras de los túneles de Ocharan, han sido varias las medidas que se han implantado para tratar de reducir los atascos. “Lo primero que se hizo fue instalar un regulador automatizado en los semáforos de La Ronda y Menéndez Pelayo, de tal manera que se puedan cambiar las fases y los ciclos y que duren más en verde para los vehículos en ciertas horas en las que veíamos que se incrementaba el tráfico”. Con ello, “conseguimos bajar de una retención de 12 minutos para entrar al centro, a casi 8”. El subinspector de la Policía ha recordado que “partíamos de atascos habituales, en horas punta, de unos cinco minutos antes del cierre de la calle Leonardo Rucabado”.
Previendo que en verano “iba a aumentar la intensidad” y que “esto no iba a ser suficiente”, se decidió colocar ese nuevo semáforo en La Ronda “porque habíamos detectado que los coches salían de los semáforos anteriores pero se paraban de nuevo en el cruce con Antonio Burgos”.
Según Arizmendi, todas estas medidas “están funcionando, aunque hay que seguir y tenemos otras en mente para implantar en caso de que fuera necesario. Por ahora no se ha actuado en Silvestre Ochoa, por ejemplo, porque “hay un tráfico bastante importante a la zona del polideportivo y no queríamos desvestir un santo para vestir otro”. No obstante, “está contemplado llegado el caso”.
Días como hoy, festivo en Vizcaya coincidiendo con San Ignacio, “se ha visto un aumento de tráfico, pero no es lo habitual sino casos puntuales derivados de llegada masiva de vehículos. Son excepcionales y lo que estamos tratando de solucionar es lo que respecta al tráfico habitual derivado de las obras de los túneles”.