El concejal de Mercado, Pablo Antuñano, ya trasladó hace alguna semanas en Castro Punto Radio que se reuniría con los mercaderes de las plazas del mercado para escuchar sus reivindicaciones y tratar de modificar el proyecto de reunificación de puestos en el Mercado de Abastos aprobado por el Gobierno de Cantabria para que responda a las necesidades reales de los comerciantes.
Esa reunión ya se ha celebrado y, sobre ella, esta emisora ha hablado hoy con Andrés Romayor, carnicero en la conocida como plaza nueva. Ha destacado “el interés que mostró el concejal, que tomó nota de todo lo que le dijimos”. Por el momento, “ya han pasado por aquí técnicos del Ayuntamiento, que han estado midiendo los puestos, me imagino que para trabajar en una propuesta de cambio de proyecto para presentar al Gobierno de Cantabria. Al menos ésa es la intención según nos dijo Antuñano”.
Romayor ha señalado que, “por lo menos, en esta última reunión se nos escuchó, a diferencia que lo que sucedió la pasada legislatura, cuando el representante del Consistorio se limitaba a decir que no a todo lo que proponíamos”.
Este carnicero ha recordado que “el único problema que tenemos nosotros es la capacidad que quieren dar a nuestros puestos. Ahora tenemos unos 26 metros cuadrados y, con el traslado, nos pretende dejar con la mitad. Unas dimensiones con las que no podemos operar y, desde luego, no podremos trabajar como lo estamos haciendo ahora. Hace falta espacio para la cámara frigorífica, el expositor frigorífico y la zona interior para atender a los clientes”.
Ha dejado claro que “los más interesados en que este cambio de ubicación funcione cuanto antes somos nosotros porque, si tienes un plaza en la que puedes encontrar carne, pescado frutas y otras variedades, qué duda cabe que será más atractiva, además de que Castro contará con un mercado bonito”. Romayor entiende que si se escuchan las reivindicaciones de los placeros “y se proyectan puestos que cubran las necesidades, no sólo será positivo para nosotros, sino para el Ayuntamiento”. Y es que, “a muchos de los que estamos aquí nos quedan pocos años para la jubilación y, a partir de ahí, y si se hace un proyecto interesante, el Consistorio no tendrá dificultades para traspasar o vender los puestos que queden libres”.
Este carnicero cree que “no habrá problemas para que el Gobierno de Cantabria apruebe las modificaciones porque el mercado es un edificio diáfano de 800 metros y considero que, en ese espacio, se pueden hacer muchas cosas”. Además, “vi al concejal con actitud positiva y predispuesto a que esto tenga una arreglo”. Otra cosa es que “luego pueda conseguirlo o no”.
Si no se modifica el proyecto, “yo personalmente me quedaría donde estoy y no me trasladaría”.
Sobre la reunión con Antuñano hemos hablado también con la pescadera Begoña Cortés, que ocupa un puesto de las llamadas boteras. La circunstancia de estas comerciantes es distinta en cuanto que “nosotras vamos a estar en cualquier sitio mejor que aquí. Estamos metidas en un hoyo y cualquier cosa que suponga cambiar esto es buena. Aquí no hay vida, pese a que vendemos el mejor pescado de todo Castro. Hay ascensor pero, a las personas mayores que son nuestros principales clientes, les da miedo bajar por la escalera y muchos tienen temor al ascensor. A pie de calle se vende más y ésa es la realidad”.
No tienen grandes reivindicaciones con respecto al proyecto de reunificación de puestos en el Mercado de Abastos salvo que “quede claro que vamos a disponer de cámaras frigoríficas para mantener el hielo sobre el que tenemos que colocar el pescado, como nos requiere Sanidad. Ya no pedimos ni una para cada una, sino una que sea un poco grande para compartir incluso. En su momento se nos dijo que se iban a poner, pero no sabemos cuántas ni cómo. Está claro que si sólo nos va a coger una caja, no nos sirve para nada”.
Cortés ha hablado también de la ubicación que se plantea para los puestos de las boteras, en el centro de la plaza en formato de isla. No se ha mostrado especialmente reivindicativa, pero sí ha dicho que “los pescados van a estar como en el asador en esa zona, a no ser que se instale un sistema de climatización bueno. El Mercado de Abastos es un edificio acristalado y el sol entra hacia el medio”.
Para terminar ha destacado que el concejal “parecía interesado en los problemas que planteamos sobre el proyecto y, quizá no se puede solucionar todo, pero dio buenas perspectivas de que, entre todos y aportando juntos, se pueda avanzar”.