
Ante esta situación, «estamos re-negociando con el chico que hacía estos eventos y hemos conseguido rebajarlo a más de la mitad. Ahora nos estamos organizando para poder salir un poco airosos».
Al margen de este asunto, Oriñón empieza ya a recibir un gran número de visitantes, asiduos al pueblo durante el verano. Con esto, el problema de la escasez de aparcamientos vuelve a estar patente. «La playa es grande, los apartamentos casi nulos y estamos mirando formulas disuasorias para ver cómo podemos hacer algo para evitar multas y el que haya vecinos, como me llega, que están rallando coches».
Miranda ha asegurado que «nos tendremos que sentar con el concejal de turno pero ya para próximos veranos. Estamos de lleno en el actual y tendremos que salir como podamos».
Ha señalado también que una de las cosas más urgentes, de momento, es «limpiar más la playa porque hay gente que se está quejando de que no está como en otras ocasiones».
Se ha mostrado sorprendido también de que «una junta como Oriñón, que es sota-caballo-rey, nos esté constando tanto trabajo ponerla en marcha». Y es que, » nos hemos encontrado todo de mala manera y desorganizado».