
Nada menos que tres meses ha tenido que esperar (como el resto de sus compañeros) para conocer la decisión de los responsables de escuela, y finalmente lo ha logrado.
Así que el próximo mes de septiembre comenzará su tercer año en el que, además, tendrá que comenzar a buscar salidas profesionales para cuando acabe su ciclo de formación en 2017. Aitor nos contaba que «es lo que toca en este curso y el hecho de proceder de la Royal abre muchas puertas y audiciones».
De cara al futuro, le gustaría poder permanecer en Londres o trabajar en Estados Unidos.
El jóven bailarín participó en abril en el espectáculo de danza que la compañía de la escuela británica protagonizó en Japón, donde permaneció durante tres semanas.
Aitor Galende ha sido, hasta este año, el único bailarín español admitido en la Royal Ballet. Un compatriota más ha ingresado en el primer curso.